Ahora mismo no lo piensas mucho, pero, en unos años, te jubilarás, y tendrás que vivir con una cantidad muy reducida si dependes de la pensión del Estado.
Es por ello que conviene ahorrar. Y mucho.
Hoy, te contamos cómo diseñar un plan de ahorro e inversión que te permita llegar sin agobios financieros a tu jubilación.
Contenidos
🧮 Paso 1: Controla tus finanzas
El primer paso para diseñar un buen plan de ahorro e inversión, sea pensando en tu jubilación o con cualquier otro objetivo, es controlar tus finanzas.
Si no tienes controladas tus finanzas, es imposible que éstas lleguen a buen puerto.
Es por ello que, si aún no lo estás haciendo, deberías empezar.
¿Cómo controlar tus finanzas?
Bueno, hay diferentes formas. Personalmente, recomiendo utilizar la aplicación Money Pro. A mí, personalmente, me viene muy bien por todas las funciones que tiene y por lo cómoda que es a la hora de registrar gastos e ingresos.
Sin embargo, puedes recurrir a un simple Excel. No tienes por qué utilizar aplicaciones específicamente diseñadas para ello. A fin de cuentas, es algo que se puede hacer con papel y bolígrafo.
Lo importante aquí, realmente, es apuntar bien. No basta con apuntar que has gastado 200€ en comida. Sería conveniente que apuntases en qué tipo de comida has gastado ese dinero exactamente. Y es que no es lo mismo que ese presupuesto esté repleto de fruta de temporada que de Doritos.
Cuanto más detalle tengas apuntando lo que gastas, más probable será que puedas tomar buenas decisiones financieras, porque tendrás información más detallada.
Puede que estés pensando que es mucho trabajo. Pero, en realidad, no lo es.
Todo lo que tienes que hacer es adquirir el hábito de pedir y guardar los tickets de compra. Sé que suena extraño y que te hace parecer una persona rara, pero es lo mejor.
Si no lo haces así, es probable que se te olvide anotar cosas, porque la mente y la memoria juegan malas pasadas.
Si pides tickets de absolutamente todo y los guardas en una carpeta, sin prestarles más atención, después lo único que tienes que hacer es dedicar un día del mes a anotar lo que has gastado y en qué.
Haz la prueba. Durante un mes, pide tickets para todo. Cuando pase el mes, apunta en una libreta cuánto has gastado y en qué.
🛍️ Paso 2: Gasta menos
Una vez tengas anotado cuánto gastas y en qué, te darás cuenta de que estás gastando mucho dinero en tonterías.
Créeme: no eres consciente de cuánto dinero podrías ahorrar hasta que no haces este ejercicio.
Así que, una vez tengas anotado en qué gastas el dinero, trata de ver en qué puedes recortar y ahorrar. Como te digo, te darás cuenta de que tienes una gran cantidad de gastos que puedes suprimir por completo y otros que puedes reducir.
Dedica unos días a buscar alternativas y formas de reducir lo que estás gastando.
Por ejemplo, si tienes un gasto dado en comida, elimina las comidas superfluas, busca ofertas, precios más bajos, cocina más (la comida que cocinas en tu casa es más barata), etc.
La clave para tener una buena pensión de jubilación (o incluso una renta periódica que te permita retirarte antes de jubilarte) es no gastar en tonterías, porque cada euro ahorrado tiene un efecto exponencial a lo largo de los años.
Tampoco se trata de que vivas como un monje cartujo. No tiene mucho sentido sacrificarlo todo hoy para tenerlo mañana, porque quizá mañana estés muerto.
Pero sí tiene sentido ahorrar más.
Simplemente, aquellos gastos que no te llenen o que sean superfluos, elimínalos. Ese dinero está mejor capitalizando que en los bolsillos de personas ajenas a ti que te han ofrecido un servicio o producto que ni siquiera has disfrutado en demasía.
💰 Paso 3: Ahorra más
El siguiente paso, por supuesto, es ahorrar. Ese dinero que estás dejando de gastar, debes ahorrarlo. Y ahorrarlo no significa meterlo debajo del colchón, porque, como sabes, si lo guardas debajo del colchón, se lo come la inflación.
La inflación es ese monstruo que devora el valor del dinero y que hace que tu padre te diga “yo con cinco duros iba al cine y compraba una bolsa de pipas”.
¿Por qué tu padre con cinco duros podía hacer eso y tú no? Pues por la inflación.
Por eso, es muy mala idea ahorrar tu dinero en… dinero. No puedes tenerlo en tu cuenta bancaria ni en el cajón de los calcetines. La mejor forma de ahorrar es transformar ese dinero en otra cosa cuanto antes.
Ahorrar no es atesorar dinero. Ahorrar es utilizar ese dinero inteligentemente con perspectivas a maximizar tu capital en el futuro. Si pasas a verlo de esta forma, entenderás mejor el concepto de ahorro.
Por ejemplo, el ahorro puede ser inversión, pero también puede ser reducción de deudas. De ambas cosas vamos a hablar en los siguientes apartados.
🛑 Paso 4: Pon fin a tus deudas
Como acabamos de decir, una buena forma de ahorrar es reducir deudas. De hecho, si te paras a pensarlo, la mayoría de los españoles han ahorrado, históricamente, invirtiendo en vivienda. Y lo hacían a crédito.
¿Qué significa esto? Pues que destinaban una parte de sus ingresos a ahorro en vivienda a través del crédito. Es decir, esos 300€ de hipoteca (por ejemplo) eran 300€ ahorrados. Cuando pagaban la deuda, estaban ahorrando.
Por lo tanto, poner fin a tus deudas es una forma de ahorro.
Y, por supuesto, poner fin a tus deudas tiene una serie de beneficios adicionales que son muy obvios, ¿verdad? Puedes vivir más tranquilo, no te preocupa tanto qué suceda en el futuro, puedes dejar de vivir con el agua al cuello mes tras mes…
En definitiva, reducir deudas es una forma de ganar libertad.
Es por ello que, a menudo, te compensará no sólo cumplir con tus cuotas, sino adelantarlas. Esto puedes hacerlo tanto reduciendo cuota como reduciendo plazo. Y existe todo un debate sobre qué compensa más, si una cosa o la otra.
En general, se considera que reducir plazo es positivo si vamos holgados mes a mes, porque la mayoría de los intereses se cobran en los primeros meses, así que, si los adelantamos, acabaremos pagando una cuantía menor al final del crédito.
Sin embargo, personalmente, prefiero el reducir cuota, porque permite vivir mucho más cómodamente mes a mes. A fin de cuentas, la diferencia entre pagar 20.550€ o pagar 20.250€ no va a marcar una gran diferencia, pero 10 o 20€ menos al mes sí puede hacernos más cómoda la vida.
En cualquier caso, lo que decimos: haz las cuentas y comprueba qué te compensa más. Si vas un poco ajustado, lo mejor será que reduzcas cuota. Si vas bien económicamente, puedes optar por reducir plazo.
¡Cuidado!
No siempre será positivo reducir la deuda al máximo. Quizá ni siquiera sea conveniente que reduzcas cuota o plazo. Quizá te compense pagar las cuotas mes a mes, pero no pagar de más.
¿Por qué?
Pues porque puede que sólo tengas una deuda pequeña, que apenas represente un 5% de tus ingresos totales, y no tengas problemas para pagarla en ninguna situación futura.
En este caso, puedes utilizar ese ahorro para inversión.
Además, ten presente que, en un escenario inflacionario como el actual, es muy probable que acabe compensándote no adelantar dinero, porque la cuota que tienes que pagar mes a mes (siempre que sea a tipo fijo) tiene un menor valor cada mes que pasa.
En otros contextos, puede que te interese amortizar un poco el crédito para reducir tus deudas, pero no quieras destinar el 100% de tu ahorro a ello. En este caso, puedes dividir entre inversión y reducción de deudas.
En definitiva, hay mil formas de hacerlo.
Lo único que tienes que tener claro es que tienes que estar cómodo con las deudas que tienes. Si no lo estás, trata de reducirlas hasta un punto en el que te sientas cómodo con ellas.
Tú eres el único que sabe qué punto es ese.
👴 Paso 5: Define tu perfil de inversor
El siguiente paso es empezar a invertir. Pero, para hacer esto, es fundamental que definas bien tu perfil de inversor.
Y es que, si no lo haces, es muy probable que inviertas en lo que no deberías, con nefastas consecuencias para tus finanzas.
Muchas personas invierten en lo que les ha dicho un conocido o lo que han oído a un experto. Y, cuidado, pueden ser buenas inversiones. Pero para esas otras personas. No para quien lo escucha. Porque su perfil de inversor es otro.
Si inviertes sin tener en cuenta tu perfil de inversor, puede ser que te pierdas mucha rentabilidad, porque estás invirtiendo en productos o vehículos muy conservadores cuando tu perfil es más agresivo y podrías permitirte una mayor volatilidad a cambio de más rentabilidad.
Y este sería el mejor caso posible.
La alternativa es que inviertas en productos o vehículos más arriesgados de lo que tu perfil necesitaría y, cuando haya un poco de volatilidad y los precios bajen, te asustes y vendas. En este caso, habrás perdido capital permanentemente.
Y eso no es porque la Bolsa sea un casino ni porque la inversión sea algo de ricos o un juego de azar.
Es porque no has hecho los deberes y no has determinado cuál es tu perfil de riesgo e invertido en consecuencia.
Así que hay que determinar el perfil de riesgo. Esto es lo fundamental.
¿Cómo hacerlo?
Pues hay muchas herramientas online para ello. Puedes buscar en Google “herramienta perfil riesgo inversor” o algo así y encontrarás varias.
También puedes registrarte en algún RoboAdvisor, aunque después no lo utilices, porque éstos suelen tener una pequeña calculadora que te ubica según tu perfil de riesgo.
De esta forma, luego puedes decidir si usar sus servicios o no en función del perfil que se te haya asignado.
Tienes muchas formas. El cómo hacerlo es cosa tuya. Pero debes hacerlo.
🔍 Paso 6: Encuentra los vehículos más adecuados para tu perfil
Una vez hayas determinado tu perfil de inversión, podrás determinar cuáles son los vehículos de inversión más adecuados para ti y, dentro de los diferentes vehículos, los diferentes activos que mejor se ajustan a ti.
En este sentido, podemos diferenciar entre los diferentes vehículos de inversión (son los más comunes, hay otros más exóticos, pero esos no los vamos a mencionar):
Plan de pensiones
Los planes de pensiones son vehículos de inversión pensados para que ahorres de cara a tu jubilación.
Puesto que estamos diseñando un plan de inversión de cara a la jubilación, podría parecer que este es el vehículo más adecuado.
Pero lo cierto es que los planes de pensiones, por lo general, son malos vehículos de inversión, puesto que sus comisiones son muy altas y las rentabilidades muy bajas.
Seguros de pensiones
Los seguros de pensiones se pueden presentar de diferentes formas, pero, en esencia, son seguros que tú vas a pagando mes a mes y que te garantizan una pensión en el futuro.
Como decimos, hay diferentes formulaciones, pero todas tienen esta misma esencia. El problema es que la rentabilidad es muy baja.
Fondos de inversión
Los fondos de inversión pueden ser de muchos tipos, pero nosotros vamos a diferenciar entre activos y pasivos.
Los activos son aquellos que tienen a un equipo que selecciona los activos en los que invierte, así como el momento de hacerlo.
Los pasivos son aquellos que invierten en índices, de forma que la rentabilidad del fondo es casi la misma que la del índice.
El problema de los fondos de inversión es que, aunque ofrecen buenas rentabilidades, tienen mucha volatilidad.
Selección de acciones
Otra opción es la selección de acciones a título personal, pero esto implica un coste en tiempo y en formación enorme.
Es cierto que con muy poco dinero se pueden conseguir grandes resultados, pero, claro, ¿estás dispuesto a dedicar catorce horas al día a estudiar empresas?
Porque eso es lo que hacen los analistas de Bolsa. Si no estás dispuesto, la selección de acciones no es para ti.
Robo advisors
Por último, están los Robo Advisors. Los Roboadvisors son fondos de inversión pasiva que invierten en ETFs y fondos indexados, de forma que tu rentabilidad es la de los principales índice, pero ajustado a tu perfil de riesgo.
Además, cuentan con un sistema de rebalanceo automático que hace que tu rentabilidad se vea maximizada al tiempo que se minimiza el riesgo.
Y, como este rebalanceo es automático, el precio que pueden cobrar a los clientes es mínimo.
Y otro punto positivo que tienen es que tienen carteras ajustadas para todos los perfiles de inversor. Sin duda, esta es la opción que nosotros recomendamos.
Y, además, dentro de cada uno de ellos, hay diferentes niveles de riesgo, en función de los activos concretos en los que se invierta. Pero, de eso, hablamos en el siguiente apartado.
💼 Paso 7: Forma carteras de activos acordes a tu perfil de inversor
Elijas el vehículo que elijas, es importante que inviertas en activos acordes a tu perfil de inversor.
Si acabas apostando por los RoboAdvisors como nosotros hemos recomendado, podrás optar entre varias carteras distintas según tu perfil.
Esto es algo que la mayoría de RoboAdvisors (por no decir todos) hacen por ti. Te hacen un test inicial para ver cuál es tu perfil y, después, te recomiendan las carteras más acordes a dicho perfil.
Por supuesto, tú puedes elegir otra cartera, pero no es lo recomendable. Lo más recomendable es que te fíes de lo que ellos te recomienden. De esta forma, siempre estarás asumiendo un riesgo que puedas tolerar y no estarás perdiéndote ninguna rentabilidad.
En general, estas carteras se ajustan a tu perfil de riesgo ajustando los activos en los que invierten. Por ejemplo, si tienes un perfil más conservador, el peso de la renta fija será mayor que si tienes un perfil más agresivo.
En cualquier caso, conviene señalar que, en la mayoría de los casos, los RoboAdvisors siempre van a presentar un comportamiento menos volátil que los fondos de inversión activos de renta variable o que la propia Bolsa.
Esto se debe, por un lado, a que los RoboAdvisors siempre invierten una pequeña parte en renta fija y oro (incluso los más agresivos) y al sistema de rebalanceo con el que cuentan, que permite aminorar los efectos de la volatilidad.
Si te paras a pensarlo, esto último es lógico: si, cuando algo ha subido mucho, lo vendes y, cuando algo ha bajado mucho, lo compras, lo lógico es que tu volatilidad a la baja sea menor, porque has vendido lo que más probabilidad tiene de caer y has comprado lo que más probabilidad tiene de subir.
🔁 Paso 8: Ahorra periódicamente y no faltes nunca a la cita
Pero deja que te diga algo: nada de lo anteriormente mencionado te va a servir de nada si no ahorras periódica y sistemáticamente.
Esta es la realidad. Si quieres invertir para tener una pensión de jubilación, es necesario que… inviertas.
Y, para invertir, salvo que te toque una herencia o una lotería, vas a tener que dedicar una parte de tus ingresos a la inversión.
Esto puede parecer obvio, pero muchas personas invierten unos cuantos meses y, después, dejan de hacerlo.
Es importante que inviertas periódicamente porque esto te permitirá promediar los precios a los que entras en el mercado.
Si sólo inviertes una vez, puede que te toque la parte más alta del ciclo y te comas una gran caída. Si inviertes periódicamente, lo compensarás entrando, también, en el momento más bajo.
Por lo tanto, es fundamental que te formes el hábito de invertir periódicamente.
La mejor forma de hacer esto es estableciendo un sistema en el que ni siquiera tengas que pensar. Por ejemplo, mediante una transferencia automatizada directamente a tu RoboAdvisor.
De esta forma, cada primero de mes, cuando ya has cobrado la nómina del mes pasado, una parte de tu dinero desaparece y se va al RoboAdvisor. Es decir, al ahorro para tu jubilación. Y el resto del mes lo pasas con el dinero restante.
A esto se le conoce como preahorro. Y es la mejor forma de ahorrar. Si no lo haces así, lo más probable es que los gastos del mes sean tan altos como tu nivel de ingresos. Porque los humanos somos así.
Así que no dejes que la tentación te haga gastar todo lo que ganas durante el mes e invierte directamente al principio del mismo.
🚀 Paso 9: Aumenta tu ahorro siempre que sea posible
¿Quieres un truco adicional para ahorrar de cara a la jubilación? Ahorra cualquier extra de dinero que llegue a tus manos. ¿Una paga extra? Al RoboAdvisor. ¿Un regalo? Al RoboAdvisor. ¿Una lotería o herencia pequeñita? Al RoboAdvisor.
De este modo, tu nivel de vida se mantiene siempre siendo el mismo.
Y esto es importante, porque, de lo contrario, puedes acabar acomodándote a un nivel de vida superior y acabar quitando dinero de la inversión para seguir con ese nivel de vida cómodo.
Por supuesto, como decíamos en el caso de no gastar, tampoco hace falta que te vuelvas un monje cartujo. Si te suben el sueldo 200€, no hace falta que destines los 200€ íntegramente a la inversión.
Puedes quedarte con 100€, que te permite salir una noche o dos más al mes con tu pareja, e invertir los otros 100€.
Lo importante es que tengas la inversión como parte de tu vida, de tal modo que cualquier extra de dinero tenga su porción destinada al futuro.
De esta forma, con esta visión del ahorro y la inversión integrada en tu vida, será mucho más fácil ahorrar.
😄 Paso 10: ¡Disfruta!
Y ya está.
Sí, ya está. Esto es todo lo que tienes que hacer.
Si lo haces y lo tienes como hábito, llegará un día en el que descubrirás que te puedes retirar y seguir teniendo unos ingresos generosos. Y, permíteme decirte algo: Sucederá antes de que llegues a la edad de jubilación.
Si sigues los pasos que hemos indicado al pie de la letra (especialmente si eres joven) es muy probable que, en vez de a los 67, te puedas jubilar a los 60 o incluso antes.
No vamos a hacer los cálculos aquí y ahora, pero, si los haces por ti mismo, aplicando correctamente el efecto del interés compuesto, verás que podrás retirarte antes de lo que pensabas.
Y ya con esto acabamos.
Como has podido ver, diseñar un plan de ahorro e inversión pensando en tu jubilación es algo razonablemente sencillo y si tienes cuatro ideas claras sobre finanzas personales y tus cuentas domésticas.
Esperamos haberte ayudado a diseñar y el tuyo y que puedas ponerlo en marcha sin dificultad.