Deuda: qué hay que saber y cómo reducirla

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Si tienes una vivienda en propiedad, un coche, has tenido que pagar la universidad de tus hijos o has comprado mobiliario para tu vivienda, lo más probable es que hayas tenido que recurrir a las deudas.

Sin embargo, aunque en muchas ocasiones son necesarias, las deudas son ese enemigo invisible que día tras día acaba poniendo en jaque nuestro presupuesto familiar.

Es un hueso duro de roer, porque es el primer gasto mensual que se va de nuestra cuenta bancaria. Y, por supuesto, es un gasto que no podremos evitar si no queremos que nos embarguen todo nuestro patrimonio.

Ante esta situación, la pregunta que se hace la mayoría de las familias es casi siempre la misma: ¿se pueden evitar las deudas? ¿Cómo puedo reducir mi endeudamiento si tengo varios préstamos?

Vamos a intentar dar una solución y así, ayudarte a que llegues más desahogado a fin de mes

👎 Deudas y consumo: una mala combinación

Las deudas se utilizan para financiar algo que no podemos pagar al contado. Este es el caso de la hipoteca de nuestra vivienda, el coche nuevo, los muebles de la casa o las vacaciones del verano.

Estas deudas no proporcionan ningún beneficio más allá del uso y disfrute del bien que adquirimos. En algunos casos, incluso seguimos pagando el préstamo tiempo después de haber disfrutado ya del servicio, como ocurre con las vacaciones.

Hay algunas deudas que ya no es que sean malas, sino que incluso pueden poner en jaque toda nuestra economía doméstica

Este es el caso de los préstamos rápidos que tanto escuchamos en anuncios de radio, televisión o Internet, la financiación que una entidad concede a través de nuestra tarjeta de crédito o los descubiertos en la cuenta corriente.

Debemos escapar de todas las deudas que sean fáciles de conseguir, pues suelen esconder elevados intereses o comisiones

Ha llegado el punto en que muchos ciudadanos están reclamando sus tarjetas revolving al no poder hacer frente al los intereses tan desproporcionados que tienen que pagar mes a mes.

Por último, hay que tener en cuenta que las entidades financieras y las empresas suelen exigir mayores intereses a los deudores menos solventes, de modo que hay que sospechar si no nos hacen un análisis de nuestras deudas.

👍 Para qué deberíamos utilizar las deudas

Aunque, en general, las deudas son consideradas como algo negativo y, por supuesto, a evitar, hay algunas ocasiones en las que pueden ser interesantes e incluso necesarias.

Son las llamadas deudas buenas, aquellas que se utilizan para comprar activos que reportan una cierta rentabilidad. 

Se trata de deudas por las que también habrá que pagar intereses y comisiones, pero el rendimiento obtenido por la inversión es superior al coste de la financiación.

Este es el caso, por ejemplo, de un préstamo que se utiliza para financiar la apertura de un negocio. La mayoría de empresas comienzan de esta manera, en especial aquellos proyectos empresariales en los que es necesaria una elevada inversión inicial. 

Al principio, los emprendedores tendrán que ir pagando la deuda y perdiendo dinero pero, con el tiempo, el rendimiento de la actividad compensará el pago de los intereses.

Otro caso de deuda buena, o al menos en teoría, es aquella que se utiliza para invertir en bolsa

En los últimos años, el concepto de apalancamiento está muy presente en la mayoría de inversiones, porque permite obtener mayor rentabilidad con unos recursos iniciales mucho menores.

Ahora bien, no hay que olvidar que toda deuda que se utiliza para financiar una inversión tiene sus riesgos. Si esta fracasa, puede directamente arruinar a una persona.

Desde Hola inversión no recomendamos utilizar deuda para invertir a no ser que seas un/a experto/a en inversión. Apalancarte puede provocar perder más dinero del que tienes.

📉 Cómo reducir la deuda: algunos aspectos a tener en cuenta

Ya sea por necesidad, por desconocimiento o simplemente por capricho, lo cierto es que la gran mayoría de familias suelen recurrir a las deudas para financiar sus compras.

Esta situación acaba teniendo consecuencias financieras serias. Acabamos siendo mucho más vulnerables ante situaciones económicas adversas, como la pérdida de un empleo o un gasto imprevisto.

Pero tranquilos, porque tenemos buenas noticias. Las deudas también pueden reducirse si sabes cómo. Estos son los aspectos más importantes a tener en cuenta.

➡️ Fíjate siempre en la TAE y no solo en su interés

Hasta hace poco tiempo, las entidades financieras únicamente mostraban el tipo de interés nominal en sus ofertas comerciales. 

Sin embargo, el Banco de España, a través de su Circular 5/2012, de 27 de junio, obligó a todas las entidades a publicar también la Tasa Anual Equivalente (TAE) en todos sus productos.

Pero, ¿cuál es la diferencia entre una y otra tasa?

Mientras el tipo de interés nominal tan solo muestra el interés en un periodo determinado (anual, semestral, trimestral…), la TAE, además del tipo de interés, tiene en cuenta todos los costes de la operación, incluyendo las comisiones y otros gastos. 

Además, se calcula en términos anuales, lo que facilita realizar comparaciones entre diferentes productos financieros

De hecho, no deberíamos dejarnos engañar por préstamos con un tipo de interés al 0%, pues puede tener comisiones que encarecen la operación y que le hagan incluso más caro que un préstamo con un interés del 5%. 

➡️ Negocia con tu banco

La mayoría de deudas en manos de los españoles se materializan en préstamos hipotecarios, que se conceden en un horizonte temporal bastante extenso, de hasta 40 años.

Durante todo este tiempo, podemos negociar un cambio en las condiciones de la hipoteca. Para ello, existen dos posibilidades: una novación si queremos cambiar las condiciones con nuestro banco o una subrogación, si queremos cambiar la hipoteca de un banco a otro.

Ambas opciones permiten un cambio en las principales condiciones de la hipoteca: el tipo de interés, el plazo de amortización, las comisiones por amortización, etc. que suelen mejorar nuestra situación financiera. 

Algunas entidades aplican una comisión por acceder a estas posibilidades, de modo que tendremos que hacer cálculos para comprobar si el cambio realmente compensa.

➡️ Cuidado con la reunificación de deudas

La reunificación de deudas no es más que una agrupación de todos nuestros préstamos y créditos en un solo producto financiero. 

De este modo, tendremos que pagar una única cuota que, además, será más baja que el resto de cuotas por separado.

Hay multitud de empresas, llamadas mediadoras, que ofrecen este servicio. Su función es hacer de intermediario entre nosotros y el banco, y negociar en un único producto un cambio sustancial en las condiciones de nuestras deudas.

De este modo, llegamos más desahogados a fin de mes. La cuota mensual se reduce y, por tanto, tenemos más dinero disponible.

Ahora bien, la reunificación de deudas no está exenta de riesgos, por dos motivos. Por un lado, porque la operación no es gratis; hay que asumir los costes de cancelación del préstamo antiguo y de formalización del préstamo nuevo. 

Y, por otro, porque la reunificación se suele realizar aumentando el plazo de amortización, lo que aumenta los intereses a largo plazo y, por tanto, también el importe total de la deuda.

Por eso, la reunificación de deudas debe ser la solución a un problema puntual de liquidez, y no la solución a nuestros problemas de deuda.

❄️ Cómo poner en marcha un plan para reducir tus deudas: el método Snowball

El método Snowball de la Universidad de Harvard para reducir tus deudas.

El método Snowball es un sistema ideado y desarrollado por investigadores de la Universidad de Harvard. 

Se basa en dar prioridad a las deudas más pequeñas antes de centrarnos en las deudas de mayor importe y que, por tanto, tienen mayores tasas de interés. 

Este método se basa en un experimento que llevó a cabo la prestigiosa Harvard Business Review. Cada uno de los participantes tenían que simular cómo habían pagado una serie de deudas. 

Tras varios análisis, los investigadores llegaron a la conclusión de que el factor que tenía más impacto no era la deuda que quedaba por pagar, es decir, la deuda restante, sino el importe que habían conseguido liberarse tras amortizar las deudas de menor importe.

La conclusión es que la reducción de las deudas tiene un componente psicológico: los individuos nos sentimos más motivados y esperanzados cuando parte de las deudas se han eliminado, lo que tiende a tener un efecto mucho más resolutivo en el progreso de la eliminación de la deuda.

Por eso, y tomando como base el método Snowball (o efecto bola de nieve), te proponemos un plan en cuatro fases que puedes poner en marcha desde ya para reducir tus deudas al máximo posible.

1️⃣ Haz un listado lo más completo posible de tus deudas

Para empezar, deberás registrar qué deudas tienes con toda la información relevante: cuál es la cuantía pendiente de pago, el plazo pendiente o los intereses de la deuda totales. 

Para que este plan sea más efectivo, es recomendable ordenarlas de menor a mayor importe pendiente de amortizar para posteriormente poder ir atacándolas una a una.

2️⃣ Revisa los pagos mensuales

Cuando tengas organizadas y registradas tus deudas, tienes que revisar cuál es aquella que tiene un capital pendiente de pago menor e ir actualizándola de manera frecuente.

3️⃣ Define la cantidad de pago extra que puedes destinar a la deuda más pequeña

Cuando hayas definido bien los dos primeros puntos, deberás hacer números para ver cuánto dinero extra puedes destinar a la deuda de menor importe pendiente

Es importante intentar asignar el máximo dinero posible a la deuda con menor capital vivo para eliminarla lo antes posible. 

Así, las deudas más pequeñas desaparecerán más rápido y podrás irte enfocando en las deudas de más importe y más intereses. 

El efecto bola de nieve (snowball) ya está puesto en marcha.

4️⃣ Repite la fórmula hasta que hayas acabado con tus deudas

Una vez que hayas acabado con la deuda más pequeña, deberás abordar la siguiente, y así sucesivamente. 

Con paciencia, llegará un momento en el que hayas liquidado todas y, por fin, puedas respirar tranquilo.

En cualquier caso, lo más importante es que intentes evitar las deudas en la medida de lo posible. Son malas consejeras, limitan nuestra capacidad de ahorro y reducen las posibilidades de tener unas finanzas saludables.

Aurelio Jiménez

Aurelio Jiménez es Economista, lleva más de una década como profesor de Economía, además de ser copywritter especializado en temas financieros. En su larga trayectoria como economista y divulgador financiero ha escrito para entidades como BBVA, Rankia y El Blog Salmón, entre muchas otras. En total ha escrito más de 3.000 artículos, la mayoría sobre temas de economía, ahorro e inversión. Linkedin

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