Si alguien te pregunta qué elementos consideras más importantes a la hora de hablar de finanzas personales, seguro que pensarías rápidamente en dos: los ingresos y los gastos.
Los primeros son todas las entradas de dinero que tenemos en nuestra cuenta corriente; los segundos, son las salidas.
Evidentemente, para que la economía de una familia esté equilibrada y no haya problemas a largo plazo, los ingresos tienen que ser mayores a los gastos, al menos de manera sostenida en el tiempo.
Es una regla imprescindible y de sentido común, pero que no siempre se cumple.
Sea como sea tu esquema de ingresos y gastos y las necesidades particulares de tu familia, existen una serie de aspectos a tener en cuenta para lograr equilibrar tu economía doméstica.
¿Quieres saber cuáles son? Vamos a ello.
Contenidos
Cómo controlar tus gastos y tus ingresos
La contabilidad de una economía familiar puede llevarse de forma análoga a cómo la lleva una empresa o el sector público.
El control de los ingresos y de los gastos es esencial para equilibrar la balanza y conseguir que la economía de todos estos agentes se encuentre estabilizada.
Para lograrlo, os proponemos unos sencillos pasos con los que podrás conocer si tus finanzas gozan de buena salud.
💶 ¿De dónde vienen tus ingresos?
El primer paso es hacer un pequeño resumen de tus fuentes de ingresos y las de tu familia, tanto los actuales como los estimados en periodos posteriores, mes a mes.
Los ingresos más habituales suelen proceder de la nómina o de la pensión, pero siempre es posible obtener fuentes de ingresos adicionales gracias a trabajos esporádicos, venta de productos de segunda mano que ya no utilizamos, intereses de cuentas de ahorro o dividendos de acciones, entre muchas otras.
Evidentemente, estos ingresos tienen que considerarse en términos netos, es decir, una vez deducidos todos los impuestos y tributos que tenemos que pagar.
🧾 ¿En qué gastas tu dinero?
El segundo paso es hacer un pequeño listado de los gastos presentes y los gastos esperados durante los próximos meses.
Es importante diferenciar entre gastos fijos básicos, como el alquiler o el pago de la hipoteca; gastos variables básicos, como la luz, el gas o los gastos de un hijo; y los gastos discrecionales, como el ocio mensual.
Además, es también importante dejar un pequeño colchón para provisiones de gastos.
Nos referimos a un fondo de emergencia diseñado para acometer aquellos gastos que, aunque improbables, pueden suceder en cualquier momento. Aquí se incluye la sustitución de una lavadora, averías en el coche o cualquier suceso repentino.
Gracias a este pequeño ejercicio, podrás saber en qué se va tu dinero, si puedes o no prescindir de ciertas partidas y realizar ajustes sobre ellas, entre otras cosas.
🧮 Diferencia entre gastos e ingresos
Cuando tengas el listado con todos tus ingresos y todos tus gastos, tan solo deberás restarlos.
Lo ideal en este caso es que la totalidad de los gastos no superen el 90% de los ingresos, para que así puedas ahorrar algo mes a mes.
Pero si esto no ocurre, no tienes por qué recortar tus gastos de manera drástica. Todo depende de la situación.
Es posible que hayas podido ahorrar algo meses anteriores, y quizá tengas un pequeño colchón para acometer algún que otro gasto imprevisto.
Lo importante, siempre, es que tu cuenta no se quede en números rojos.
➡️ Un ejemplo práctico
Imaginemos la siguiente distribución de ingresos y gastos de una familia para el primer semestre de un año.
Ingresos
Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | TOTAL | |
Nómina | 2.500 € | 2.500 € | 2.500 € | 2.500 € | 2.500 € | 2.500 € | 15.000 € |
Ingresos extra | 0 € | 120 € | 250 € | 0 € | 0 € | 2.675 € | 3.045 € |
TOTAL | 2.500 € | 2.620 € | 2.750 € | 2.500 € | 2.500 € | 5.175 € | 18.045 € |
En este caso, la suma de la nómina de los dos miembros de la familia es todos los meses la misma, y adicionalmente reciben en el mes de junio la paga extraordinaria.
El resto de los ingresos extraordinarios se deben a ventas de productos de segunda mano e intereses de cuentas remuneradas.
Gastos
Los gastos son los típicos de cualquier otra familia: hipoteca, pago de un coche, gastos de suministros, alimentación, transporte y gastos varios. Lo hemos simplificado mucho.
Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | TOTAL | |
Hipoteca | 350 € | 350 € | 350 € | 350 € | 350 € | 350 € | 2.100 € |
Letra del coche | 250 € | 250 € | 250 € | 250 € | 250 € | 250 € | 1.500 € |
GASTOS FIJOS | 600 € | 600 € | 600 € | 600 € | 600 € | 600 € | 3.600 € |
Gas | 250 € | 275 € | 150 € | 125 € | 100 € | 75 € | 975 € |
Electricidad | 50 € | 45 € | 40 € | 50 € | 55 € | 50 € | 290 € |
Internet | 40 € | 40 € | 40 € | 40 € | 40 € | 40 € | 240 € |
Transporte | 125 € | 100 € | 75 € | 50 € | 75 € | 50 € | 475 € |
Alimentación | 200 € | 250 € | 125 € | 175 € | 250 € | 150 € | 1.150 € |
GASTOS BÁSICOS | 625 € | 670 € | 390 € | 400 € | 480 € | 325 € | 2.890 € |
Ocio | 250 € | 200 € | 150 € | 100 € | 200 € | 300 € | 1.200 € |
Gastos varios | 125 € | 1250 € | 400 € | 450 € | 100 € | 100 € | 2.425 € |
TOTAL | 1.600 € | 2.720 € | 1.540 € | 1.550 € | 1.380 € | 1.325 € | 10.115 € |
Balance
Por tanto, el balance total de esta familia durante este periodo ha sido el siguiente:
Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | TOTAL | |
INGRESOS | 2.500 € | 2.620 € | 2.750 € | 2.500 € | 2.500 € | 5.175 € | 18.045 € |
GASTOS | 1.600 € | 2.720 € | 1.540 € | 1.550 € | 1.380 € | 1.325 € | 10.115 € |
TOTAL | 900 € | -100 € | 1.210 € | 950 € | 1.120 € | 3.850 € | 7.930 € |
ACUMULADO | 900 € | 800 € | 2.010 € | 2.960 € | 4.080 € | 7.930 € | 7.930 € |
En este caso, la familia tan solo ha tenido un mes en negativo, el de febrero. Sin embargo, el hecho de que el mes anterior haya tenido un saldo positivo ha servido para compensarlo.
En total, esta familia acaba el semestre con un saldo positivo de 7.930 € en su cuenta. Un balance más que positivo que deja saneada su economía para meses sucesivos.
Otras consideraciones a tener en cuenta
A la hora de establecer nuestros ingresos y nuestros gastos, hay que tener en cuenta una serie de consideraciones importantes para que nuestra hoja de ingresos y gastos sea realmente efectiva.
1️⃣ La contabilización de las deudas
Cuando pedimos un préstamo o solicitamos una hipoteca, el banco nos abona una cantidad determinada de dinero en nuestra cuenta corriente.
Como consecuencia, la cuenta refleja un abono que aumenta nuestro saldo aunque, en realidad, contablemente esté registrada como un pasivo.
¿Qué quiere decir esto?
Normalmente, la deuda se pide con un fin concreto: comprar una casa, un coche, pagar las vacaciones… y no tanto para aumentar nuestro saldo bancario (a pesar de que, en realidad, nuestros ingresos en la cuenta hayan aumentado).
Por eso, mes a mes, las deudas constituyen un gasto, que se paga a través de la cuota mensual, y no un ingreso.
Pero hay que tener en cuenta, además, que los intereses engrosan estos gastos financieros. En algunos casos, especialmente en el caso de las hipotecas, estos intereses pueden suponer casi el doble del capital que se presta.
Por eso, conviene que la familia tenga el menor volumen posible de deuda.
De hecho, deuda llama a nueva deuda, y podemos acabar metiéndonos en una espiral verdaderamente dañina.
2️⃣ Los cobros que nunca llegan
En terminología contable, para una empresa un ingreso se produce cuando se vende una mercancía, con independencia de que esta haya sido cobrada o no.
En las cuentas contables, esta diferencia entre ingreso y cobro se tiene en cuenta a la hora de elaborar un presupuesto.
Sin embargo, para una familia esto puede ser más complicado. No siempre coinciden en la misma fecha el ingreso y el cobro, o el gasto y el pago.
Esto puede tener implicaciones importantes en nuestras finanzas familiares, ya que si los cobros se retrasan con frecuencia, puede darse el caso de que no dispongamos de dinero suficiente para atender los pagos que hay que ir haciendo de manera recurrente.
3️⃣ ¿Y si llega un niño a nuestras vidas?
Lo primero, enhorabuena. Tu vida va a cambiar en todos los sentidos. Créeme, sé de lo que hablo… Pero vayamos a lo que nos interesa.
Cualquier acontecimiento importante obliga a cambiar por completo nuestra economía doméstica: la llegada de un nuevo miembro a la familia, la boda de tu hijo, la entrada en la universidad…
Todos son eventos lo suficientemente importantes como para ajustar de forma conveniente el esquema de gastos de una familia.
En líneas generales, la mayoría de familias ajustan sus gastos más discrecionales por ser los más sencillos.
Sin embargo, en algunas ocasiones, hay que hacer encaje de bolillos con los gastos básicos para evitar que un acontecimiento tan importante ponga en jaque nuestras finanzas personales.
La regla de ingresos y gastos continúa siendo la misma; lo difícil es encontrar la fórmula adecuada para llevarla a cabo.
4️⃣ Inversiones
La mayoría de familias no incluyen sus inversiones dentro de su presupuesto familiar. Y eso es exactamente lo que hay que hacer: no incluirlas.
De hecho, se supone que una inversión es un plan de largo plazo. El capital está invertido para lograr importantes objetivos vitales: pagar la universidad de nuestros hijos, complementar la jubilación o, incluso, alcanzar la libertad financiera.
Lo importante es que no te salgas nunca del plan establecido y que no consideres ese dinero como algo disponible, por mucho que se encuentre invertido en instrumentos líquidos como fondos de inversión o acciones.
Y ya acabo.
Como acabas de ver, y como seguro ya sabías, la regla de los ingresos y los gastos es la base de cualquier presupuesto familiar.
Si empezamos incumpliéndola, ningún control financiero tendrá sentido y los problemas económicos llegarán más pronto que tarde.