Los ETFs están de moda desde que surgieron los fondos indexados, ya que son vehículos de inversión muy parecidos.
Sin embargo, todavía hay mucha gente que no termina de tener claro qué significa esa palabreja tan rara.
Por ello, hoy, te contamos todo lo que debes saber sobre los ETFs.
Contenidos
📌 ETF: el concepto
Los ETFs son un tipo de fondo de inversión con la particularidad de que se negocian en el mercado de valores como si fueran acciones.
Es decir, puedes ver su precio en tiempo real y comprarlos y venderlos como si de acciones se tratase.
Además, es un producto que busca replicar un índice bursátil, que puede ser de muchos tipos de activos (renta variable, renta fija, materias primas, divisas…).
Por otra parte, se pueden formular de muy diversas formas. Por ejemplo, pueden ser apalancados (cada subida y cada bajada se ve “potenciada”) o inversos (cada subida del subyacente hace que el ETF baje y viceversa).
Para que un ETF pueda ser aceptado y empiece a cotizar, debe cumplir con una serie de criterios. Te mencionamos cuáles en la siguiente lista:
- Disponer de una autorización de la CNMV.
- Su política de inversión debe consistir en la replicación de un índice financiero y su composición debe ser suficientemente diversificada.
- Que los activos que formen parte de la cesta (es decir, los “elementos” con los que se replica el índice) sean productos de inversión válidos.
- Debe difundirse con claridad la composición del índice y su valor liquidativo.
Ten en cuenta que estas normas pueden variar, dependiendo del país en el que cotice el ETF.
💡 Los ETFs son muy populares en los Planes de Pensiones Indexados por su gran diversidad y bajas comisiones. Por otra parte, es una opción menos habitual entre los roboadvisors españoles.
💼 ¿Qué tipos de ETF existen?
Como puedes imaginar, los ETFs son muy versátiles y pueden replicar índices muy diferentes. Así que, en este apartado, vamos a explicarte cuáles son esos los diferentes tipos de ETFs que existen:
➡️ ETFs sobre índices de renta variable
Este tipo de ETFs replican índices de cestas de acciones de las bolsas más importantes del mundo. No es necesario que el ETF replique un índice concreto, sino que se pueden replicar varios.
Por ejemplo, un ETF puede replicar el IBEX35 y otro puede replicar el Índice General de la Bolsa de Madrid. Además, puedes encontrar diferentes ETFs sobre el mismo índice.
Esto se debe a que existen varias gestoras en el mercado de ETFs y cada una emite su propio ETF sobre los índices que considera oportunos.
Por último, los índices de renta variable pueden replicar índices ponderados por multitud de factores, como la capitalización, la rentabilidad por dividendo, etc.
➡️ ETFs sobre índices de renta fija
Son ETFs que replican índices formados por títulos de renta fija (es decir, obligaciones y bonos) tanto del ámbito privado como del público.
➡️ ETFs monetarios
Estos ETFs replican activos de deuda a muy corto plazo y con la mayor calidad crediticia posible y activos monetarios del mercado intercambiario.
➡️ ETFs sobre índices nacionales
Son ETFs que replican los mercados o bolsas de un país en concreto.
Cuando se hace con la renta variable, generalmente son los mismos índices que en el caso de los índices de renta variable mencionados en el punto primero.
No obstante, también pueden replicar índices de renta fija.
➡️ ETFs sobre índices regionales
Similar al caso anterior, pero, en lugar de replicar índices de todo un país, se centran en una región.
Pueden ser regiones más pequeñas que la nación (por ejemplo, índices de la Bolsa de Madrid) o más grandes (por ejemplo, el Eurostoxx).
➡️ ETFs sobre índices globales
Como los dos anteriores, pero, en lugar de centrarse en una región o un país, tratan de replicar el mercado global, con valores de todo el mundo (aunque hay que tener cuidado con la ponderación, porque se suele sobreponderar mucho EEUU y Europa).
➡️ ETFs sobre índices según capitalización
Este tipo de índices no replican en función del área geográfica o similar, sino que lo hacen en virtud del tamaño de las empresas.
Por ejemplo, existen índices de empresas de pequeña capitalización (small caps).
➡️ ETFs sectoriales
Los ETFs sectoriales replican índices de grupos empresariales concretos. Por ejemplo, puede haber un ETF de telecomunicaciones, otro de biotecnológicas, etc.
➡️ ETFS sobre estilos de gestión
Este tipo de ETFs no invierten en función de un país, un sector o un índice concreto, sino que lo hacen a nivel global y sin ninguna limitación a priori, pero se distinguen de los demás ETFs en que la selección se hace basándose en un estilo de gestión concreto, como el value investing o la inversión en crecimiento.
➡️ ETFs inversos
Este tipo de ETFs, como comentamos anteriormente, suben cuando el mercado cae y caen cuando el mercado sube.
Por lo demás, los índices que se replican (inversamente) pueden pertenecer a cualquiera de los otros tipos de ETFs mencionados.
➡️ ETFs apalancados
Similar a lo anterior, pero, en lugar de operar inversamente, se opera en la misma dirección con apalancamiento.
Es decir, cuando el mercado sube, el ETF sube el doble (si el apalancamiento es x2, por ejemplo) y, cuando baja, baja el doble.
➡️ ETFs apalancados inversos o ultrainversos
Es la suma de los dos anteriores. Son ETFs que suben cuando el mercado baja y bajan cuando el mercado sube y, además, lo hacen en una proporción mayor (x2, x3 o lo que sea según marque el ETF).
Ten en cuenta que, a menudo, un ETF puede pertenecer a más de un tipo. Por ejemplo, un ETF inverso sobre el SP500, evidentemente, es un ETF inverso, pero también un ETF nacional y un ETF de renta variable. No son compartimentos estancos.
👉 ¿Para quién están pensados los ETFs?
En general, se considera que los ETFs están pensados para inversores con un perfil razonablemente arriesgado (a excepción de los ETFs monetarios, que sí están indicados para inversores conservadores).
Que los ETFs estén pensados para inversores con un perfil arriesgado se explica porque las fluctuaciones de los mercados secundarios, sean de renta fija o de renta variable, son bastante fuertes.
No obstante, si estás acostumbrado a operar en renta variable, esto no debería ser un problema para ti (piensa que, cuando se habla de que los ETFs están pensados para inversores arriesgados, se compara con otro tipo de inversiones, como los depósitos a plazo).
Es decir, no es que los ETFs sean arriesgados comparado con otras formas de inversión en renta variable o en renta fija, sino que lo son en comparación con la inversión en otro tipo de productos.
Es importante hacer esta distinción porque, de hecho, dentro de la renta variable o de la renta fija, los ETFs no sólo no son más arriesgados, sino que, a menudo, son mucho menos arriesgados.
Esto es así porque, al replicar un índice, no estás expuesto únicamente a un valor concreto, sino a una cesta de valores.
Por otro lado, también es importante destacar que estos productos están pensados para inversores que buscan una estrategia de inversión pasiva.
Es decir, no tener que estar eligiendo qué acciones comprar y cuándo hacerlo, sino elegir un conjunto de índices y obtener la rentabilidad que éstos obtengan.
Pese a esto último, hay que recordar que existen ETFs basados en un estilo de inversión concreto. Es decir, que, paradójicamente, se puede tener una estrategia de inversión pasiva basada en equipos de inversión activa.
Por todo lo anterior, queda claro que los ETFs son muy versátiles. Siendo así, es lógico que cada vez más personas estén interesándose por este tipo de instrumentos de inversión.
👍 ¿Qué ventajas ofrecen los ETFs?
Los ETFs tienen numerosas ventajas respecto a otro tipo de vehículos de inversión y productos financieros.
A continuación, te indicamos las más destacables:
1️⃣ Simplicidad
En primer lugar, los ETFs son muy sencillos de operar. Al cotizar como si fueran acciones, el inversor particular puede acudir a su bróker y comprar o vender los ETFs que quiera sin mayores dificultades.
Además, facilita mucho la inversión pasiva, porque, con un simple ETF, logras replicar un índice, mientras que, si no existieran los ETFs, tendrías que comprar cada acción del índice y ponderarlas por peso tú mismo.
2️⃣ Buena rentabilidad
La rentabilidad de los ETFs es muy alta porque permite obtener la misma rentabilidad que los índices que se replican.
Por lo tanto, si replicas los índices globales, puedes obtener una rentabilidad similar a la que tenga la bolsa global.
Si, además, seleccionas sectores en crecimiento, es posible conseguir una rentabilidad incluso mayor.
3️⃣ Diversificación
Obviamente, otra de las grandes ventajas de los ETFs es que están muy diversificados.
Gracias a ello, el riesgo que asume el inversor es mucho menor, porque es improbable que la totalidad del índice lo haga mal (salvo que sea un índice muy concreto o especulativo).
4️⃣ Costes bajos
La compra de ETFs se lleva a cabo al mismo coste que la compraventa de acciones habitual, sin aplicarse comisiones de suscripción o de reembolsos (como sí sucede en los fondos de inversión no cotizados).
Por tanto, el coste es inferior en esta forma de inversión pasiva.
5️⃣ Muy líquidos
Puesto que los ETFs cotizan en Bolsa y se pueden comprar y vender en cualquier momento, son muy líquidos.
Además, existen especialistas responsables de garantizar esa liquidez en caso de que el mercado no sea capaz de proveerla por sí mismo.
6️⃣ Transparencia
En todo momento el inversor sabe qué compone el ETF que quiere comprar o que ya ha comprado, así como su precio, así como otra información relevante para el inversor.
Esto es algo que no sucede (o no sucede tan rápido y con tanta claridad) en otro tipo de vehículos pensados para invertir de forma pasiva.
7️⃣ Valoración en tiempo real
Un punto muy importante de los ETFs respecto a otros métodos parecidos, como los fondos indexados, es que la valoración se obtiene en tiempo real, sin tener que esperar a que acabe la jornada para conocer el valor liquidativo.
8️⃣ Variedad
Un último punto por el que los ETFs son tan buena estrategia de inversión es que hay una variedad enorme.
Existen miles y miles de ETFs diferentes, por lo que siempre será posible encontrar aquel que mejor se ajusta a nuestras necesidades y planes de inversión.
Como ves, los ETFs tienen unas ventajas muy interesantes. Esta es otra de las razones por las que cada vez están más de moda.
👎 ¿Qué riesgos y desventajas tienen los ETFs?
Los riesgos de los ETFs, en realidad, no tienen tanto que ver con el producto en sí mismo como con los riesgos típicos de invertir en mercados de renta variable o de renta fija. Es decir, es posible que haya vaivenes en el precio y que la volatilidad sea alta.
El único riesgo propio de los ETFs está en los ETFs sintéticos, que son un tipo concreto de ETF que no replica el índice comprando los valores que lo componen, sino que lo hacen utilizando swaps.
Los swaps son derivados financieros que requieren de una contraparte, que, generalmente, es una entidad financiera (un gran banco).
El problema aquí es que, a pesar de que, en apariencia, el ETF sintético y el físico funcionan igual, lo cierto es que el ETF sintético puede implicar mayores riesgos, puesto que, en un escenario de crisis, si la contraparte quiebra, el ETF podría verse en problemas.
Este, por el momento, es un problema teórico que no se ha visto en el mercado real. Sin embargo, podría suceder y estaríamos en territorio desconocido. Es por ello que, en la medida de lo posible, conviene elegir por los ETFs físicos.
Como puedes ver, los ETFs son vehículos de inversión muy interesantes.
Eso sí, puede que resulten algo inaccesibles dependiendo del capital del que dispongas. No obstante, siempre es buena idea revisar los ETFs existentes para ver si encontramos alguno que se adapte a nuestras preferencias.
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