La inversión se ha dividido históricamente en dos corrientes diferenciadas: por un lado, quienes creen que no es posible batir al mercado y, por eso, optan por seguir una estrategia de inversión a largo plazo; y por otro, quienes sostienen que sí es posible, para lo cual hay que encontrar los mejores momentos para entrar y salir del mercado.
Cada una de las dos estrategias proporciona unos resultados bastante diferentes.
A priori, la segunda de ellas, conocida como market timing, es la más atractiva, pues aparte de ser un modelo activo de inversión, parece que permite obtener unos resultados significativamente mejores que el Buy & Hold.
Pero, ¿realmente funciona el Market Timing? ¿Es tan sencillo obtener resultados que superen al mercado de manera sostenible?
Vamos a comprobar la evidencia histórica, para verificar si realmente es una estrategia que funciona.
Contenidos
➡️ En qué consiste el market timing
El objetivo de cualquier inversión es maximizar el rendimiento del dinero. Para ello, aparentemente, la mejor estrategia es comprar cuando el mercado está en mínimos y vender en máximos.
De esta manera, se obtiene el mejor resultado posible si se consigue repetir a lo largo del tiempo.
Esta estrategia es conocida como market timing, y supone encontrar el momento perfecto para entrar y salir de bolsa.
De hecho, es la verdadera razón de ser de los modelos que realizan los inversores, como el análisis técnico, el análisis fundamental o los complejos algoritmos para predecir el comportamiento de las acciones en la bolsa de valores.
Sin embargo, aunque la teoría parece sencilla, en realidad es muy difícil, por no decir imposible, de llevar a la práctica.
Cualquier evento inesperado puede modificar las perspectivas iniciales, y hacer que los análisis realizados con antelación, que tanto tiempo y recursos necesitaron, dejen de tener validez.
Sin ir más lejos, a principios del año 2020 vivimos la peor pandemia de la historia reciente, un evento sin precedentes que precipitó una de las peores caídas en bolsa desde la Gran Depresión, y que provocó un tsunami financiero que hizo que las previsiones iniciales realizadas a principio de año quedasen en agua de borrajas.
Pero, además, entrar y salir continuamente del mercado supone tener que asumir un peaje altísimo, especialmente en comisiones e impuestos, que se pueden comer parte de la rentabilidad obtenida.
En definitiva, hacer market timing y obtener resultados que superen a los del mercado es una tarea muy compleja que requiere contar con los conocimientos, el tiempo y la dedicación necesaria para llevarlos a cabo.
Pero ni siquiera estos factores garantizan buenos resultados.
La mayoría de los mejores gestores del mundo no consiguen superar la rentabilidad de la bolsa de forma sostenida en el tiempo, lo que pone de manifiesto la dificultad de ir en contra de lo que dicte el mercado.
🚫 El riesgo de perderte los mejores días del mercado
Al realizar market timing, asumes que vas a estar fuera del mercado durante periodos más o menos dilatados. Con ello, corres un riesgo: perderte los mejores días del mercado.
Y aunque parece una circunstancia sin importancia, porque en realidad estás esperando el mejor momento para invertir, tiene más relevancia de lo que quizá piensas.
No en vano, la rentabilidad del mercado a largo plazo se explica por la evolución de unos pocos días, que son los que marcan su evolución.
Un famoso estudio de JP Morgan Asset Management afirma que la rentabilidad se reduce de forma notable si te pierdes uno o varios de los mejores días del mercado.
Para una inversión sobre el S&P 500 entre enero de 1997 y diciembre de 2016, las diferencias son realmente significativas:
- Si has estado siempre invertido, tu rentabilidad es del 7,68% anualizada.
- Cuando te pierdes los 10 mejores días de este índice, la rentabilidad anualizada cae hasta el 4%.
- Si te pierdes los 20 mejores días, la rentabilidad anualizada cae hasta el 1,57%.
- Si te pierdes los 30 mejores días, la rentabilidad anualizada pasa a ser negativa, cayendo hasta el -0,51%.
- Si te pierdes los 40 mejores días, la rentabilidad anualizada continúa cayendo hasta el -2,42%.
- Si te pierdes los 50 mejores días, la rentabilidad anualizada es del -4,16%
- Y si te pierdes los 60 mejores días, la rentabilidad anualizada cae hasta el -5,76%.
Es decir, en un periodo que abarca 7.300 días, estando fuera los mejores 60, corres el riesgo de que tu rentabilidad anualizada caiga en 13,44 puntos porcentuales.
Casi nada. Pero vayamos un paso más allá.
Podrías pensar que perderte los mejores días del mercado es una tarea tan compleja como encontrar los mejores momentos para entrar y salir, pero nada más lejos de la realidad.
La evidencia histórica nos indica que las mejores sesiones se concentran en unos pocos periodos de tiempo, precisamente en los momentos de crisis donde la bolsa es muy volátil y también donde se producen las mayores caídas.
Por poner un ejemplo, si atendemos las mayores subidas y bajadas del S&P 500 en los últimos 15 años, vemos que se han producido en un margen estrecho de tiempo.
Mayores subidas S&P 500 | Mayores caídas S&P 500 | ||
13/10/2008 | 11,58% | 16/03/2020 | -11,98% |
28/10/2008 | 10,79% | 12/03/2020 | -9,51% |
24/03/2020 | 9,38% | 15/10/2008 | -9,03% |
13/03/2020 | 9,29% | 01/12/2008 | -8,93% |
Pero si nos centramos únicamente en la actual crisis de la covid-19, los resultados son más que sorprendentes. Siete de las 20 últimas sesiones con mayores subidas del S&P 500 en los últimos quince años se han dado entre los meses de febrero, marzo y abril de 2020, motivados precisamente por la volatilidad provocada por la crisis del coronavirus.
¿Qué queremos decir con esto? Muy sencillo. Si hubieses vendido por temor a una caída aún mayor, ya te estarías perdiendo buena parte de los mejores días del mercado del S&P 500 de la última década.
Pero también de perderte los peores días
A decir verdad, se ha escrito mucho sobre la rentabilidad que pierde un inversor cuando deja de estar invertido los mejores días. Pero, ¿qué pasa en el otro lado de la balanza? Es decir, ¿qué ocurre si no está invertido durante las peores sesiones?
Pues, evidentemente, la rentabilidad aumenta. Un famoso gráfico visto en una presentación de Newton, una de las gestoras de BNY Mellon, pone de manifiesto lo que ocurriría en este escenario:
Es decir, un inversor que tuviera una varita mágica que le permitiera esquivar las 10 peores sesiones de mercado le sacaría una diferencia en rentabilidad del 160% al que permaneciera todo el rato invertido, de acuerdo con los cálculos hechos sobre el S&P 500 en los últimos 40 años. Y a su vez, le sacaría una buena distancia al que se pierde los 10 mejores.
De hecho, un inversor que supiese cuáles son exactamente las 10 peores sesiones del mercado y pudiese salirse justo en ese momento para volver a entrar una vez pasada sacaría una buena diferencia a quien estuviese siempre invertido.
Y, como hemos visto, muchas de las peores sesiones se concentran en unos pocos meses, justo cuando el mercado está más volátil como consecuencia de una crisis económica.
🔍 ¿Qué opinan sus defensores?
Los defensores del market timing, en su mayoría inversores que utilizan el análisis técnico o el análisis fundamental, emplean distintas herramientas y métodos de predicción, como indicadores técnicos, datos económicos y modelos complejos para determinar cuál es el mejor momento de comprar o vender en el mercado.
Estos inversores están en contra de la hipótesis del mercado eficiente, que sostiene que el precio de una acción ya contiene toda la información existente y se ajustan total y rápidamente a los nuevos datos que puedan surgir.
Piensan que hay razones de peso para que existan ineficiencias, como la lenta difusión de la información, el poder desigual de los distintos participantes en los mercados y la existencia de inversores profesionales que, al menos aparentemente, logran altos rendimientos, aunque sea en horizontes temporales no muy amplios.
En general, piensan que es posible obtener rendimientos extraordinarios a los del mercado si se analiza bien la información a nuestra disposición, si se toman las decisiones correctas en cada momento y si se escogen los mejores momentos para comprar y vender.
Sin embargo, como veremos, no es nada sencillo superar el rendimiento del mercado.
⏱ ‘Market Timing’: una estrategia que muy pocos gestores logran utilizar con éxito
El objetivo del market timing no es solo lograr grandes resultados. Como hemos dicho, su principal razón de ser es superar al mercado en amplios períodos de tiempo.
Si no se consigue, cualquier inversor podría comprar un fondo indexado de bajo coste, obtener la misma rentabilidad que la del mercado con un coste muy inferior. Es decir, es necesario obtener mejores resultados que el mercado para conseguir los objetivos.
Sin embargo, es un hecho que la mayoría de gestores no consiguen batir a sus índices de referencia. Morningstar ha sacado varias veces los colores a la industria de fondos de inversión de gestión activa.
En sus últimos barómetros, se constata una realidad descorazonadora para los gestores de fondos: en estos últimos 10 años, la tasa de éxito de los gestores activos fue inferior al 25% en casi dos tercios de las categorías examinadas.
¿Qué quiere decir esto exactamente? Pues que hasta un 75% de los fondos de gestión activa no logra batir a su índice de referencia, un porcentaje que llega incluso al 100% cuando hablamos de empresas de gran capitalización de Estados Unidos.
No es nada sencillo batir al mercado, y estos resultados son solo un reflejo de la dificultad que entraña seleccionar los activos y los momentos para entrar y salir del mercado de forma correcta.
Es algo realmente complejo, y es todavía más difícil cuando hablamos de horizontes temporales más amplios.
El consejo de Warren Buffett
Warren Buffett es posiblemente el inversor más afamado y de mayor éxito de la historia. Así lo demuestran los excelentes resultados que ha logrado en los últimos 50 años.
Sin embargo, y aunque utilizaba el análisis fundamental y el market timing, aseguraba que absolutamente nadie, ni siquiera él mismo, podía predecir lo que haría una acción concreta en el corto plazo.
En otras palabras, Buffett sostenía que es imposible anticiparse al mercado, y el inversor que se espera para elegir el mejor momento para invertir, probablemente terminará obteniendo una menor rentabilidad en su cartera que quienes practican una estrategia de Buy & Hold.
De hecho, en sus cartas a los inversores siempre se ha mostrado partidario de la gestión pasiva, especialmente para quienes no tienen mucho conocimiento sobre finanzas e inversión.
En una de sus cartas viene a decirnos que los fondos indexados son la mejor opción que tenemos para poseer acciones. Y a sus accionistas les dice que cuando su socio y él mismo no sean capaces de aportarles valor con sus decisiones de inversión, ven comprensible que hagan uso de algún fondo indexado de bajo coste que replique al S&P 500.
El market timing difícilmente funcionará para un inversor particular
La conclusión de todo esto es que el market timing no es una estrategia pensada para inversores particulares, sin conocimientos de finanzas y con poco tiempo para vigilar su patrimonio y analizar nuevas oportunidades.
Con estas premisas, el market timing difícilmente funcionará, y lo más probable es que acabes perdiendo parte de tu capital intentando encontrar los momentos idóneos para invertir.
Por eso, nuestra recomendación es que te desvincules, en la medida de lo posible, de la evolución del mercado, automatices tu inversión en fondos indexados de bajo coste o roboadvisors y te enfoques en una visión de largo plazo.
Un estudio de 2012 de Financial Analyst Journal analizaba el criterio que tenía más peso a la hora de hacer tus inversiones. Pues bien, el asset allocation es, con mucho, el factor que más peso tiene, con un 91%, mientras que el market timing tan solo un 1,8%.
Dicho de otro modo, a la hora de gestionar tu patrimonio, es más importante la asignación de activos que realices que entrar y salir del mercado.
De esta manera, que el mercado suba o baje en un momento determinado no debería tener impacto sobre tu estrategia para invertir en bolsa. Pondrás tus miras en el largo plazo y cada mes invertirás la cantidad de dinero establecida, pase lo que pase en el mundo.
A largo plazo, es una estrategia mucho más sencilla y barata aunque, eso sí, mucho menos divertida. Pero si lo que queremos es conseguir resultados, sin duda, es la estrategia ideal para los inversores novatos.