Si has estado investigando el mundo de las finanzas, la Bolsa y la inversión, habrás llegado, en algún momento, a algún lugar en el que se hablaba de dividendos.
Y, si eres novato, quizá no te haya quedado muy claro qué son. No te preocupes. Hoy, te contamos qué son y cómo utilizar los dividendos.
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📌 ¿Qué son los dividendos?
Para empezar, tenemos que entender qué son los dividendos. Y, para entender los dividendos, antes hay que entender qué son exactamente las acciones (y, por extensión, qué es la Bolsa).
Vamos a explicar estos conceptos rápidamente y, al final de este apartado, entenderás perfectamente qué son los dividendos.
Las acciones no son más que títulos de propiedad sobre una empresa. Cuando una empresa necesita financiarse y no quiere endeudarse, lo que puede hacer es salir a Bolsa (que no es más que un mercado donde se compran y venden acciones) y ofrecer partes de su empresa. Así, la gente puede comprar esas partes y la empresa obtiene dinero.
Por ejemplo, una empresa se divide en 100.000.000 de acciones. Cada una de ellas representa un 0,00000001% de la compañía. Supongamos que tú compras 100.000 de esas acciones. En ese caso, eres propietario del 0,001% de la compañía.
No parece mucho, pero piensa que las empresas que salen a Bolsa suelen ser muy grandes y generan mucho dinero.
Bien. Ahora, ¿qué significa que seas el propietario del 0,001% de la compañía?
Pues, sencillamente, que ahora tienes poder de decisión sobre la empresa (aunque tu peso con un 0,001% de la empresa es muy pequeño) y que tienes derecho a los beneficios de la compañía en forma proporcional a los títulos que posees. Es decir, tienes derecho a un 0,001% de los beneficios de la compañía.
Pues bien, esos beneficios que obtienes por compañías de las que tienes acciones son dividendos. Pero, como ves, no es dinero que surja de la nada ni que provengan de intereses de un préstamo ni nada semejante.
Es mucho más sencillo: es la parte alícuota que te toca por ser propietario de la compañía en cuestión.
En realidad, no todo el beneficio se reparte en dividendos. Las empresas generan beneficios y, de esos beneficios, una parte se reparte entre los accionistas, para premiarlos por su confianza.
Pero la explicación anterior, un poco simplificada, sirve para que todo el mundo entienda qué son los dividendos.
💰 ¿Cuándo se pagan los dividendos?
Los dividendos se suelen pagar de forma periódica y previamente establecida. Por ejemplo, la empresa puede establecer que los dividendos se repartan cada tres, seis o doce meses. Y así será de forma habitual, aunque puede haber excepciones.
Por ejemplo, en tiempos de crisis, es normal que algunas empresas decidan no repartir el dividendo (o recortarlo), porque, de esta forma, disponen de más dinero para sortear la crisis o, incluso, aprovecharla.
Más tarde hablaremos de estrategias de inversión en dividendos, pero, antes, conviene hacer aquí una aclaración: algunas de esas estrategias dicen que si una empresa, en algún momento, deja de repartir dividendo, es una mala empresa y por tanto hay que dejar de invertir en ella y buscar otra.
Sin embargo, esto es un error. En algunos casos, no repartir el dividendo durante uno o dos años puede significar que la empresa acumule mucho dinero en tiempos de crisis, cuando las demás empresas lo están pasando mal, y, por tanto, puede utilizar ese dinero para expandirse.
Es posible que no pagar el dividendo durante uno o dos años sirva para que, a futuro, ese dividendo pueda ser muchísimo mayor. Por ello, conviene entender bien por qué la empresa ha dejado de repartir dividendos.
🧐 Pero hay empresas que nunca reparten dividendos
Seguramente hayas visto empresas que no reparten dividendos. Por ejemplo, Google, Amazon o Facebook no reparten dividendos. ¿Por qué no?
Debes entender que repartir dividendos no es la única forma de retribuir al accionista. Otra opción para hacer que el accionista genere valor es, por ejemplo, que la empresa recompre sus propias acciones.
De esta forma, al haber menos en circulación, el valor de éstas aumenta, y tú, como accionista, obtienes un beneficio.
Pero quizá la empresa tampoco haga eso, y de ahí no se sigue que sea una mala empresa. Por ejemplo, una empresa que es muy nueva, pero tiene un futuro prometedor puede decidir no retribuir de ninguna forma al accionista para utilizar todo ese dinero que se ahorra en expandirse.
Esto hace que el valor las acciones crezca de forma natural, por el propio crecimiento del negocio.
En cierto sentido, cuando una empresa reparte dividendos es porque ya no tiene ningún lugar donde invertir ese dinero para obtener más dinero a futuro.
Es decir, es una estrategia que utilizan las empresas que ya están consolidadas. Las empresas más nuevas y jóvenes no suelen utilizar esa estrategia.
💼 ¿Qué tipos de dividendos existen?
Existen diferentes tipos de dividendos en varios sentidos. Por ejemplo, existen fijos o variables, dependiendo de si el dinero que se reparte siempre es el mismo independientemente de la evolución de la compañía o si dependen de cómo lo haya hecho la compañía en el año anterior.
Pero, además de eso, también existen diferentes tipos de dividendos en función del momento de su distribución y en la forma en que se distribuyen.
En este caso, encontramos los siguientes tipos de dividendos:
- Dividendo a cuenta: Este es un dividendo que se paga antes de conocer el beneficio de la empresa. Es decir, es un gasto para la empresa que se hace a cargo del beneficio futuro de ese año. Normalmente, se reparte cada tres meses.
- Dividendo complementario: Este dividendo se paga de forma complementaria al anterior, y se hace cuando la empresa ya conoce su beneficio. Es decir, se hace al final del ejercicio de ese año. De esta forma, con este dividendo, se complementan (de ahí el nombre) los anteriores, que han podido ser menores de lo que deberían.
- Dividendo extraordinario: El dividendo extraordinario es aquel que se hace porque la empresa ha obtenido unos beneficios derivados de una actividad que no es la normal. Por ejemplo, cuando una empresa vende activos y, con ello, genera un beneficio extraordinario, es habitual que también haya un dividendo extraordinario.
- Dividendo en acciones: En el caso de que la empresa no tenga liquidez porque esté atravesando un mal momento, puede decidir repartir nuevas acciones como dividendo. Los inversores, entonces, pueden vender esos dividendos y obtener un rendimiento. Sin embargo, esta forma de repartir dividendos no es muy deseable, porque, al haber más acciones en circulación, el valor de éstas disminuye.
- Dividendo fijo: Por último, está el dividendo fijo, del que ya dijimos algo un poco más arriba. Simplemente, es un dividendo que no depende de los beneficios de la empresa, sino que está previamente acordado y que no cambia su cantidad.
👍 Ventajas de invertir en dividendos
Ahora que ya tenemos una idea clara de qué son y cómo funcionan los dividendos, veamos cuáles son las ventajas de invertir en dividendos:
- Obtienes una renta periódica (además de la propia revalorización de las acciones).
- La rentabilidad de esos dividendos puede ser incluso superior al 5%.
- No requieres un mínimo inicial para empezar a invertir en dividendos.
- Es una buena forma de diversificar tu inversión.
👎 Desventajas de invertir en dividendos
Y, tras las ventajas, echemos también un vistazo a las desventajas de invertir en dividendos:
- Las empresas que reparten dividendos suelen estar en una fase madura, lo cual no siempre es bueno.
- Algunas empresas pueden sacrificar potencial de crecimiento por repartir dividendo.
- En la mayoría de los casos, no sabes si el dividendo se mantendrá, crecerá, se recortará o se eliminará completamente.
- Hay que pagar impuestos por rendimientos de capital mobiliario por el hecho de haber recibido un dividendo, algo que quizá no nos interese en ese momento.
➡️ Estrategia básica para invertir en dividendos
La estrategia básica para invertir en dividendos consiste en comprar aquellas empresas que han repartido dividendos crecientes a lo largo del tiempo.
¿Por qué?
Porque si aumentan los dividendos suele ser porque aumentan los beneficios y, al mismo tiempo, quieren hacer partícipe al accionista de esos beneficios.
Y ambas cosas nos interesan: apostamos por empresas fuertes que premian al accionista.
Esto tiene una clara ventaja, y es que, a un precio fijo al que compras la acción, te “aseguras” de que cada vez vayas recibiendo un dividendo mayor, lo que hace que cada año la inversión sean más interesante.
Piénsalo: compras una acción por 25€ y, al cabo del año, el dividendo es de 1€. Es decir, un 4%. Pero el dividendo es creciente año tras año. Por ejemplo, imagina que en cinco años el dividendo pasa a ser de 1,5€. Eso significa que, sobre la inversión de 25€, la rentabilidad por dividendo es del 6%. Si a los diez años el dividendo es de 2€, es una rentabilidad del 8%.
Etcétera.
La idea es que el precio inicial no cambia, pero los dividendos asociados sí crecen, así que cada año es una inversión más rentable. Eso sin contar la propia revalorización de las acciones, claro.
Pero, para poder cumplir con esta estrategia, hay que cumplir algunos aspectos básicos. Por nuestra parte, recomendamos que te centres en lo siguiente:
- Constancia: Lo primero para cumplir con esta estrategia es ser constante, porque, al principio, si inviertes poco dinero, no generarás mucho dinero por dividendos. La idea es ir invirtiendo cada vez más para que ese dinero que ganas por dividendos crezca poco a poco.
- No elegir chicharros: Otro punto importante es no elegir empresas de dudosa calidad sólo porque tengan un buen dividendo. Invierte en aquellas empresas que sean sólidas, aunque su dividendo, aparentemente, no sea muy alto (recuerda que éste crecerá con el tiempo).
- Buen precio: Tampoco compres empresas a cualquier precio. Intenta comprarlas en momentos en los que atraviesan una crisis o han reducido su valor de mercado por cualquier motivo. De esta forma, la rentabilidad del dividendo será mayor.
- Evitar la deuda: La deuda puede hacer que una buena empresa pase a ser una empresa nefasta en cuestión de meses. Por tanto, trata de evitar aquellas empresas que estén endeudadas.
- Buen historial de dividendos: Invierte en empresas que hayan demostrado premiar al accionista y hacer un buen uso de su capital. Esto no significa necesariamente que SIEMPRE hayan repartido dividendo. Si, durante una crisis, dejaron de repartirlo para utilizar ese dinero para crecer, es buena idea comprar acciones, porque sabes que utilizan el dinero con inteligencia. Eso te asegura más dividendos a largo plazo. Un ejemplo sería invertir en los famosos Dividend Kings.
- Buen historial de recompra: Junto al buen historial de dividendos, será inteligente apostar por aquellas empresas que tengan un buen historial de recompra de acciones. Repartir dividendos no siempre es la mejor forma de premiar al accionista. La recompra de acciones puede serlo en ciertos momentos. Si una empresa reparte dividendos y recompra acciones, nos premiará por dos lados al mismo tiempo.
- Diversificación: Por último, diversifica las empresas en las que inviertes. De esta forma, reducirás el riesgo de que una se vaya a pique y pierdas totalmente tu inversión. Diversifica por región geográfica y por sector y estarás razonablemente bien protegido.
Como puedes ver, los dividendos son una forma excelente de invertir, porque no sólo nos permitirán tener un patrimonio en renta variable que se va revalorizando con el tiempo, sino que, además, nos permitirá obtener una renta periódica.