El temor a una nueva recesión provocada por el COVID-19 ha llevado a los mercados mundiales a asumir unas caídas casi sin parangón en la historia moderna.
El impacto de la pandemia ha sido enorme, y prácticamente no hay ninguna plaza que no se haya visto salpicada por su virulencia. Ante esta situación, ya nadie pone en duda que el coronavirus en sí mismo va a provocar una recesión sin precedentes a nivel mundial.
De hecho, y a pesar de que en un primer momento se creía que la recuperación económica iba a ser en “V”, con una bajada rápida pero una subida también rápida, esta creencia se va desvaneciendo.
La contención del coronavirus está siendo más lenta de lo esperado, y todo hace indicar que nada volverá a ser igual mientras no haya una vacuna.
Hay expertos que incluso anticipan que 2021 será un año de transición hacia la recuperación y, aunque sí se prevé un crecimiento, todavía estaremos en recesión.
Tendremos que ir acostumbrándonos a este contexto de crisis. A nivel bursátil, esto básicamente significa que la volatilidad seguirá instalada con nosotros durante mucho tiempo.
Una situación que ha metido el miedo en el cuerpo a muchos inversores, que han decidido liquidar sus posiciones en bolsa por el temor a seguir perdiendo parte de su capital.
No se trata de un hecho aislado. Según datos de Inverco, el patrimonio de los fondos domésticos en España ha caído un 10% en lo que va de año. Los inversores han vuelto a recurrir a la liquidez, ya que tan solo los fondos monetarios crecen este año.
Sin embargo, la mayoría de expertos y analistas piensan que vender en este momento es una mala idea. Y, aunque todavía es pronto para valorar la magnitud de esta crisis, lo cierto es que ya se han producido algunos hechos que avalan esta idea.
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📌 Nunca podrás saber cuál es el mejor momento para invertir
El market timing es la estrategia de inversión que se basa en seleccionar cuál es el mejor momento para invertir.
El modelo ideal es comprar en el momento más bajo del mercado y vender en el momento más alto, de manera que se maximice la ganancia en bolsa.
Esta estrategia, que aparentemente es la que proporciona mejores resultados, en realidad es una utopía. Muchos expertos aseguran que pueden batir al mercado, pero cualquier evento inesperado puede dar al traste con esta teoría.
El coronavirus es el mejor ejemplo.
A principios de año, nadie pensaba que en Europa se podría reproducir la misma situación que en Wuhan, que en ese momento nos recordaba más a una película de ciencia ficción, y no a algo que pudiese ocurrir en las sociedades occidentales.
Sin embargo, ahora parece que es pronto para que se inicie la tan ansiada desescalada del confinamiento.
Es más, haciendo market timing corres el riesgo de perderte los mejores días del mercado.
Un famoso estudio de JP Morgan Asset Management asegura que la rentabilidad baja de forma notable cuantos más días te pierdas del mercado.
Por ejemplo, para una inversión en el S&P 500 entre enero de 1997 y diciembre de 2016, las diferencias son realmente significativas:
Siempre invertido | Perder los 10 mejores días | Perder los 20 mejores días | Perder los 30 mejores días | Perder los 40 mejores días | Perder los 50 mejores días | Perder los 60 mejores días |
7,68% | 4,00% | 1,57% | -0,51% | -2,42% | -4,16% | -5,76% |
Este estudio viene a afirmar que la rentabilidad total de la mayor parte de mercados se produce en unos pocos días, y que perdiéndote los mejores vas a perder un buen potencial de revalorización.
Los datos de este estudio son demoledores.
Perdiéndote los 10 mejores días del mercado, estarás perdiendo en torno a 3,68 puntos de rentabilidad.
Y si te pierdes los 30 mejores días, tu rentabilidad pasa a ser negativa. Hay que recordar que este estudio está realizado sobre unos 20 años, de modo que estamos hablando de un porcentaje ridículo de los días.
Siendo sinceros, es tan improbable que selecciones los peores días del mercado como que aciertes con el timing de la inversión.
Un mono tirando dardos de forma aleatoria (es decir, seleccionando acciones), tiene más fiabilidad que muchos gestores de fondos, pero nunca podría llegar a hacerlo tan sumamente mal.
Las mayores subidas del mercado se producen en entornos de elevada volatilidad
En cualquier caso, estudios de este tipo reflejan lo que ocurre cuando intentamos batir al mercado: que probablemente nos perdamos alguno de estos días.
Y, casualmente (o no), los días con las mejores rentabilidades se suelen producir en un contexto de elevada volatilidad, que suele coincidir con caídas abruptas de los mercados como la actual.
De hecho, si nos fijamos en las mayores subidas y las mayores bajadas del índice S&P 500 en los últimos doce años, todas ellas coinciden con los periodos de crisis, tanto la de 2008 como la actual del coronavirus.
Mayores subidas S&P 500 | % | Peores caídas S&P 500 | % |
13/10/2008 | 11,58% | 16/03/2020 | -11,98% |
28/10/2008 | 10,79% | 12/03/2020 | -9,51% |
24/03/2020 | 9,38% | 15/10/2008 | -9,03% |
13/03/2020 | 9,29% | 01/12/2008 | -8,93% |
Dicho de otro modo, si vendes ahora por las caídas de los mercados, lo más probable es que te pierdas uno o varios de los mejores días.
Buy & Hold: la alternativa más razonable
Frente al market timing se sitúa la estrategia conocida como Buy & Hold, una filosofía de inversión a largo plazo en la que se mantiene la cartera, pase lo que pase en los mercados.
Normalmente, va aparejada a un tipo de inversión con bajos costes, diversificada mundialmente y mediante aportaciones periódicas, donde los fondos indexados, los roboadvisors y la automatización de la inversión tienen una gran importancia.
Eso sí, para que esta alternativa funcione, es necesario que se realice una primera selección de los activos que van a conformar la cartera. Esto se conoce como asset allocation, o asignación de activos.
Y, por supuesto, controlar nuestras emociones, para evitar que una decisión aislada pueda poner en riesgo nuestro patrimonio.
En líneas generales, el Buy & Hold es la estrategia que mejor funciona, especialmente para aquellos pequeños inversores que tienen menos recursos o tiempo para analizar compañías o estudiar los mercados desde el punto de vista técnico.
La máxima que resume esta filosofía es compra el mundo, sigue tu plan inicial y olvídate.
Consejos para controlar tus emociones cuando inviertes
A pesar de que la filosofía de inversión del Buy & Hold es la más recomendable, lo cierto es que todavía hay multitud de inversores que siguen cayendo siempre en los mismos errores.
Los sesgos psicológicos y nuestras emociones condicionan el resultado de nuestra inversión, cuando no debería ser así.
Esta situación es especialmente relevante en un contexto como el actual, donde la elevada volatilidad de los mercados pone a prueba todos nuestros sentidos, nuestros sentimientos y nuestra capacidad para mantener la sangre fría.
Estos son algunos consejos de lo que deberías hacer ante caídas de las bolsas:
➡️ Piensa en las caídas en bolsa como una oportunidad de compra
Si tu horizonte temporal es el largo plazo, no deberías obsesionarte con caídas puntuales en los mercados financieros. Si lo haces, lo más probable es que estés continuamente preocupado y la bolsa no sea para ti.
A lo largo de un periodo de 20, 30 o 40 años, es normal, y hasta sano, que se produzcan caídas abruptas en bolsa en las que tu patrimonio se vea resentido.
Por eso, lo que deberías hacer es ver las caídas en bolsa como una oportunidad y no como un riesgo, especialmente si estás en fase de acumulación y si vas aportando cantidades periódicas a tu fondo.
Si vas de rebajas a comprar ropa con descuentos del 40% o negocias con un concesionario un precio más barato por tu coche, ¿por qué no hacerlo también en bolsa?
➡️ No mires el mercado todos los días
Si no eres capaz de controlar tus sentimientos, lo mejor es que no mires la evolución de los mercados a diario.
Aunque parezca difícil, es mejor que te centres en tu día a día y evites las noticias y opiniones de supuestos gurús que solo servirán para ponerte aún más nervioso.
Como ya hemos comentado, la estrategia del Buy & Hold se resume en comprar el mundo y olvidarte. Tu tiempo libre no debe ser para revisar las noticias económicas, ya que no eres ningún experto y no deberías pretenderlo.
➡️ No inviertas por corrección
Aunque suene contradictorio, tan negativo es vender cuando el mercado cae como comprar cuando el mercado sube si no estaba dentro de tu plan.
Hay numerosos inversores que invierten más dinero cuando la bolsa está barata, pero estas correcciones pueden ser un espejismo en medio del desierto que nos de una falsa expectativa de generación de beneficios.
Si jugamos siempre a invertir por correcciones, estaremos haciendo market timing. Y quizá hayamos detectado un buen momento, o quizá no.
Si tenías previsto invertir la semana que viene, espera a hacerlo. Puede que te equivoques, o puede que no, nadie lo sabe. Pero no te preocupes, porque tus aportaciones futuras compensarán la compra de una inversión cara en la actualidad.
➡️ Ten paciencia ante los impulsos
La paciencia suele ser la mejor virtud para las personas impulsivas.
Es lógico pensar en la puerta de salida cuando el mercado cae y has perdido 10.000 €, pero a largo plazo está demostrado que los mercados tienden a la media y lo más probable es que tu inversión se recupere antes de lo que esperas.
El caso del S&P 500 y el coronavirus es un buen ejemplo.
Entre el 21 de febrero y el 23 de marzo de 2020, el selectivo estadounidense perdió un 33%. Sin embargo, el mes siguiente, ya había subido un 28%. Si hubiésemos vendido en el punto más bajo, ya nos hubiésemos perdido la rápida subida.
➡️ Asume que nadie tiene ninguna bola de cristal
Hagamos un ejercicio de retrospectiva, mirando a diciembre de 2019 para revisar cuáles eran las perspectivas de los principales bancos de inversión para 2020.
Es posible que la mayoría de ellos anticipasen una pequeña desaceleración y, por supuesto, la caída de algunos mercados que en febrero de este año se situaban en máximos históricos.
Sin embargo, llegó el coronavirus, un cisne negro que nadie esperaba, y echó al traste todas estas previsiones.
Ahora mismo, los principales organismos prevén una caída del PIB superior al 10% en muchos países de nuestro entorno, algo impensable al inicio del año.
Solo han pasado cuatro meses, pero la pandemia es un claro ejemplo de por qué las previsiones financieras no sirven para nada. Son papel mojado.
Los gurús intentarán desviar la atención, prometiendo atractivas rentabilidades y garantizando que ellos saben qué va a ocurrir este año. Si les haces caso, lo más probable es que estés tirando a la basura tu dinero.
➡️ Conócete a ti mismo
El único que puede valorar qué tipo de inversión necesita y si puede aguantar o no una etapa de elevada volatilidad eres tú, y solo tú.
Es esencial que tu inversión no te preocupe, y que adaptes tu perfil al nivel de riesgo que estás dispuesto a asumir.
El nivel en el que tu inversión te quita el sueño puede ser un buen medidor. Si duermes a pierna suelta, incluso en un contexto como el actual, y no te preocupa qué pueda ocurrir este año, tu inversión está bien hecha.
Sin embargo, si estás continuamente preocupado, es mejor que modifiques tu cartera e introduzcas un tipo de activo más conservador o, directamente, que no inviertas en bolsa.
Tu corazón y tu dinero te lo agradecerán.
➡️ Piensa a largo plazo, y solo con dinero que no necesites a corto
Desde 1950, no ha habido ningún período de 10 años en el que invirtiendo en el S&P 500 un inversor haya perdido dinero. Sin embargo, solo en 2008, el mismo índice se desplomó casi un 40%.
No cabe duda que la constancia y un horizonte temporal largo tienen premio, al menos a nivel bursátil, y que nadie te hará rico en unos meses.
Para poder garantizar que tu inversión se produce a largo plazo, lo mejor es que inviertas solo el dinero que creas que no vas a necesitar a corto plazo o, mejor aún, aquel que estés dispuesto a perder.
Si no lo haces de esta manera, puede que en un momento determinado tengas que tirar de él para pagar algún imprevisto, y puede que ese no sea el momento idóneo para retirar tu capital.
➡️ Sigue tu plan
Todos estos consejos se resumen en una sola premisa: sigue tu plan, pase lo que pase en los mercados financieros.
Todos somos humanos, todos tenemos emociones y a todos nos preocupa lo que pase con nuestro dinero. Estar expuestos continuamente a noticias negativas sobre nuestra salud y la bolsa no ayuda precisamente a cumplir este objetivo.
Ante todo, lo ideal es eliminar o reducir los sesgos psicológicos que tanto impacto tienen sobre nuestra inversión.
Thaler y Kahneman, famosos psicólogos de la economía conductual que incluso lograron el Premio Nobel de Economía, han identificado a lo largo de su carrera una serie de sesgos psicológicos que nos pueden jugar malas pasadas.
Identificarlos y mantenerlos a raya, si bien no siempre es fácil, es la premisa básica para evitar que nuestras emociones influyan en nuestra inversión.