En España, el sistema fiscal es muy complejo. Existen muchas figuras impositivas diferentes que se aplican sobre determinadas circunstancias que no todo el mundo conoce.
Además, la ley contempla una serie de reducciones y deducciones que, en la práctica, hacen que el sistema fiscal se complique aún más.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, entender los conceptos básicos sobre impuestos no tiene por qué ser una tarea complicada.
Por eso, en este artículo vamos a intentar explicarte cuáles son y cómo funcionan los principales impuestos que existen en nuestro país.
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Entendiendo los impuestos: los conceptos básicos
La mayoría de nosotros pagamos impuestos porque pensamos que contribuir a las cuentas públicas es nuestra obligación. Sin embargo, muy poca gente conoce cuál es la razón que explica por qué tenemos que pagarlos.
Cuando hablamos de Hacienda pública y de sistemas fiscales, existen una serie de conceptos que todos deberíamos conocer para poder hablar con propiedad sobre el pago de impuestos.
Los más importantes son los siguientes:
1️⃣ Hecho imponible
Es la circunstancia económica que marca el nacimiento de la obligación tributaria. En otras palabras, es la situación que justifica que existan y se paguen impuestos.
Cada impuesto tiene su hecho imponible. Por ejemplo, en el caso del IRPF, el hecho imponible es la obtención de renta, mientras que en el caso del IVA, es el consumo de un bien o servicio.
2️⃣ Base imponible
La base imponible es la cuantía sobre la que se aplicará el tipo impositivo para calcular cuánto debemos pagar a Hacienda.
3️⃣ Cuota tributaria
Es el resultado de aplicar el tipo de gravamen a la base imponible o a la liquidable.
4️⃣ Deducciones
Las deducciones son circunstancias previstas en la Ley que reducen la base imponible del impuesto y en última instancia, también la cuota tributaria.
Por ejemplo, las aportaciones a planes de pensiones reducen la base del IRPF, y las compras de un autónomo reducen su base en el IVA.
5️⃣ Sujeto pasivo
Es quien debe abonar el pago de los impuestos a la Agencia Tributaria.
6️⃣ Contribuyente
Es sobre quien recae la carga del impuesto. En muchos casos, el contribuyente y el sujeto pasivo son la misma persona. En otros, como el IVA, el consumidor es el que afronta la carga del impuesto, pero el sujeto pasivo es la empresa que tiene que abonar el importe total a Hacienda.
Las principales figuras impositivas en España
En España existen diferentes figuras impositivas, cada una de las cuales tiene sus particularidades. Estas son las más importantes.
📌 Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)
El IRPF es un impuesto que grava la obtención de renta. Es el impuesto directo por excelencia, ya que todos los trabajadores, sean por cuenta propia o ajena, tienen que pagarlo en el momento que trabajan.
Es un impuesto progresivo que está articulado en torno a una serie de tramos, con un importe mínimo y uno máximo. En España, los tramos del trabajo (Base General) son los siguientes:
Impuestos (%) | Desde | Hasta |
---|---|---|
19% | 0 | 12.450€ |
24% | 12.450€ | 20.200€ |
30% | 20.200€ | 35.200€ |
37% | 35.200€ | 60.000€ |
45% | 60.000€ | 300.000€ |
47% | 300.000€ | ∞ |
Los tramos de las inversiones (Base del Ahorro), que se aplican a los rendimientos del capital mobiliario y las ganancias y pérdidas patrimoniales son los siguientes:
Impuestos (%) | Desde | Hasta |
---|---|---|
19% | 0 | 6.000€ |
21% | 6.000€ | 50.000€ |
23% | 50.000€ | 200.000€ |
26% | 200.000€ | ∞ |
La Ley prevé una serie de deducciones en la renta, como las aportaciones a planes de pensiones, la deducción por vivienda habitual (para aquellos contribuyentes que hayan adquirido su vivienda antes del 1 de enero de 2013) o las donaciones, entre muchas otras.
¿Quién está obligado a presentar el impuesto y cuándo?
El IRPF es un impuesto que se declara entre los meses de abril y junio, presentando el modelo 100 de la Agencia Tributaria.
Este periodo es lo que comúnmente se conoce como declaración de la renta, donde se regularizan todos los ingresos obtenidos por el contribuyente a lo largo del ejercicio.
Estarán obligados a presentar este impuesto todos los contribuyentes que cumplan unos determinados requisitos, sobre todo aquellos que superen un cierto umbral de renta.
📌 Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA)
El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) es un impuesto que grava el consumo y se aplica cada vez que un contribuyente realiza la compra de un bien o servicio.
El tipo impositivo dependerá del tipo de producto. Así, existen tres tipos de IVA diferentes:
- IVA general, del 21%, se aplica sobre la mayoría de productos.
- IVA reducido, del 10%, se aplica sobre determinados servicios de hostelería, transporte de viajeros o bibliotecas, entre muchos otros.
- IVA superreducido, del 4%, se aplica sobre una variedad de bienes y servicios considerados de primera necesidad, como la compra de una vivienda de protección oficial, productos de alimentación o medicamentos de uso humano.
El IVA se aplica en la totalidad del territorio nacional a excepción de las Islas Canarias, donde se aplica el IGIC; y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, donde existe el Impuesto sobre la Producción, los Servicios y la Importación (IPSI).
¿Quién está obligado a presentar el impuesto y cuándo?
Las empresas y los autónomos están obligados a presentar el IVA de forma trimestral o, en algunos casos, mensualmente.
Para ello, deberán presentar el modelo 303, donde al IVA correspondiente a las ventas (IVA repercutido) habrá que restar el IVA de las compras (IVA soportado).
Además, en enero estarán obligados a presentar también el modelo 390, de resumen anual.
📌 Impuesto sobre sociedades
El impuesto sobre sociedades grava el beneficio contable de las empresas a lo largo de un ejercicio fiscal.
Se aplica a las personas jurídicas que estén constituidas como sociedades mercantiles (sociedades anónimas, sociedades de responsabilidad limitada, etc.), pero no tienen que pagarlo los autónomos que sean personas físicas.
Es un impuesto que es competencia del estado central. Su liquidación corresponde a las sociedades que están obligadas a pagarlo. No obstante, el tipo que se aplica dependerá de diversos factores, como el tipo de empresa y su tamaño.
El tipo es del 25% con carácter general.
No obstante, existen algunas excepciones a esta regla:
- Las cooperativas fiscalmente protegidas pagan el 20% del resultado contable.
- Las empresas de nueva creación pagan el 15% durante los dos primeros ejercicios que tengan base positiva.
- Las sociedades de inversión, como las SICAV que pagan el 1% de impuestos.
- Las asociaciones y fundaciones declaradas de utilidad pública a las que sea susceptible el régimen fiscal establecido en la Ley 49/2002 pagan el 10%.
¿Quién está obligado a presentar el impuesto y cuándo?
El impuesto sobre sociedades es similar al IRPF en lo que a plazos de abono y presentación se refiere. Se abona de forma fraccionada en diferentes momentos del año, y se regulariza cuando se presenta la liquidación del impuesto.
Para ello, se presenta el modelo 200, entre los días 1 y 25 de julio de cada ejercicio fiscal, y es obligatorio aunque no se haya desarrollado actividad o no se hayan obtenido rentas sujetas al impuesto.
📌 Impuesto de sucesiones y donaciones
El impuesto de sucesiones y donaciones es un tributo que se aplica en las transmisiones mortis causa e intervivos, respectivamente.
Es decir, se aplica cuando hay una transmisión de patrimonio entre dos personas a título gratuito, ya sea porque una de ellas ha fallecido o bien porque haya donado parte del capital.
Normalmente, estas transmisiones pasan de padres a hijos o a un familiar con cierto grado de consanguinidad. Por eso, la Ley diferencia entre las transmisiones realizadas a familiares cercanos y aquellas realizadas a otras personas.
La gestión del Impuesto de sucesiones es competencia de las comunidades autónomas, que son las que lo regulan.
Al igual que el IRPF, se trata de un impuesto progresivo, en el que no hay un porcentaje fijo de gravamen, sino que cuanto más se hereda, más se paga.
El tipo de gravamen general oscila entre el 7,65 y el 34%, aunque existen diversas bonificaciones en función de la comunidad autónoma de residencia del contribuyente.
¿Quién está obligado a presentar el impuesto y cuándo?
En caso de fallecimiento, tanto para bienes como si se trata de beneficiarios de seguros de vida, el impuesto se devenga desde la fecha de fallecimiento, y debe liquidarlo quien recibe la masa hereditaria.
El plazo para verificar el pago es de seis meses desde el fallecimiento.
No obstante, en muchas comunidades autónomas, como Madrid, el pago del impuesto de sucesiones está bonificado casi al 100%, lo que hace que en la práctica no haya que pagar nada, aunque sí declararlo.
📌 Impuesto de transmisiones patrimoniales
El impuesto de transmisiones patrimoniales (ITP) grava las transmisiones onerosas, además de las operaciones societarias y los actos jurídicos documentados.
El ITP grava desde la compra de una vivienda o un coche de segunda mano hasta una ampliación o reducción de capital en las empresas, pasando por el propio alquiler.
Al igual que el impuesto de sucesiones y donaciones, el ITP es un impuesto cedido a las comunidades autónomas, así que sus condiciones depende de cada región.
El ITP está íntimamente ligado con el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados, que grava los documentos notariales, mercantiles y administrativos necesarios para que la operación se lleve a cabo.
¿Quién está obligado a presentar el impuesto y cuándo?
El sujeto pasivo de este impuesto depende del tipo de operación realizada aunque, con carácter general, tendrá que liquidar el impuesto el adquirente, arrendatario o prestatario en la operación.
El plazo para liquidarlo es de 30 días a partir del momento en el que se produce la compra del bien o la firma del derecho, y deberá abonarse en la delegación de Hacienda de la comunidad autónoma correspondiente.
Otros impuestos
Existen otros impuestos en España que son igualmente conocidos:
➡️ Impuestos especiales
Gravan el consumo de determinados bienes. Se trata de una normativa exigida por la Unión Europea para desincentivar el consumo de algunos productos. Este es el caso del alcohol, el tabaco o los hidrocarburos.
➡️ Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI)
Es uno de los pocos tributos cedidos a los ayuntamientos. Se aplica sobre la mayoría de inmuebles de naturaleza urbana, se suele abonar una sola vez en el año y se calcula como un porcentaje del valor catastral.
➡️ Impuesto sobre el Patrimonio
Grava la propiedad o posesión del patrimonio, recayendo sobre su valor neto (es decir, descontando los pasivos necesarios para su adquisición), y con carácter anual.
Está también cedido a las comunidades autónomas y, en la mayoría de casos, existe un mínimo exento bastante elevado que, en la práctica, hace que sean muy pocos los contribuyentes los que tengan que declararlo.