En finanzas existen multitud de conceptos que, en no pocas ocasiones, las personas comunes desconocen. Uno de ellos es el de apalancamiento (o, más concretamente, apalancamiento financiero).
Hoy, te contamos qué es el apalancamiento financiero y para qué sirve.
Vamos a verlo.
Contenidos
🔧 ¿Qué significa apalancamiento financiero?
Piensa en una palanca. ¿Qué te permite hacer? Mover objetos pesados, ¿no?
Bien, eso es sólo una consecuencia de lo que realmente hace la palanca: multiplica tu fuerza. Con una palanca suficientemente grande, puedes mover cualquier peso.
Pues bien, a partir de esta idea, tan conocida por cualquier estudiante de física, se desarrolló el concepto de apalancamiento, que se utiliza en multitud de áreas, pero que ha encontrado un importante hueco en las finanzas.
El apalancamiento financiero consiste en utilizar algún mecanismo que nos permita aumentar la cantidad de dinero con la que invertimos, a pesar de que nuestro capital sea más reducido que esa cantidad utilizada. Generalmente, este mecanismo es, simple y llanamente, deuda.
Así, cuanta mayor deuda utilicemos para realizar una inversión, mayor apalancamiento estaremos aplicando. Y, por tanto, mayores beneficios podremos obtener, al igual que, cuanto mayor sea la palanca que utilicemos para mover un objeto, mayor será el peso que podremos mover.
No obstante, hay que mencionar algo: puesto que lo que estamos utilizando para apalancarnos es deuda, se nos cobrarán unos intereses por ella.
Estos intereses pueden presentarse de múltiples formas en función del bróker que utilicemos o el tipo de inversión que realicemos (primas, spreads, cuotas, comisiones…).
👉 ¿Para qué sirve el apalancamiento?
Como imaginas, el apalancamiento sirve para lograr unos mayores retornos en nuestras inversiones.
Lo que conseguimos con el apalancamiento es que las rentabilidades en relación a nuestro capital sean mucho mayores que si únicamente hubiésemos utilizado nuestro capital propio.
Evidentemente, esto también tiene sus riesgos, puesto que, si la inversión no sale como nosotros esperábamos, sino que va en la dirección contraria, las pérdidas en relación a nuestro capital también se ven acrecentadas.
Y, cuanto mayor sea nuestro apalancamiento, mayores serán las pérdidas por cada pequeño movimiento que se produzca en el precio.
Es por ello que el apalancamiento financiero basado en deuda (que es el más común) es tan peligroso.
Además, hay que mencionar que, en aquellos casos en los que el apalancamiento se debe pagar mediante intereses, además del peligro de que la inversión no salga como esperábamos, existe el coste de dichos intereses, que erosionan la rentabilidad (para el pequeño inversor esto no es frecuente, pero podría darse el caso, así que conviene estar atento).
💼 ¿En qué inversiones se utiliza el apalancamiento?
El apalancamiento financiero se puede utilizar en cualquier tipo de inversión. Al fin y al cabo, cuando adquieres una vivienda con una hipoteca, en realidad, te estás apalancando: estás utilizando deuda para adquirir un activo.
Así que, en general, podemos invertir en cualquier activo con apalancamiento, siempre y cuando haya alguien que nos preste dinero para hacerlo.
No obstante, existen algunos productos financieros que están casi intrínsecamente ligados al apalancamiento. Por ejemplo, en el caso de algunos productos derivados, como los futuros o los CFDs, el apalancamiento es prácticamente indisociable del producto en sí.
Además, en estos casos, cuando uno apalanca la operación, también tiene que dejar una cantidad de dinero como garantía de la operación. Es lo que se conoce como margin call o margen de mantenimiento.
🧮 ¿Cómo se calcula el apalancamiento?
Normalmente, el apalancamiento se mide en unidades fraccionadas. Por ejemplo, un apalancamiento de 1:10 significa que, por cada euro invertido, tenemos una exposición al activo en cuestión de 10 euros. Es decir, es un apalancamiento de x10.
La forma de calcularlo es dividiendo la exposición total que obtenemos en la inversión entre los recursos propios, y eso lo colocamos a la derecha de los dos puntos (o le ponemos delante una “x” para saber por cuánto se multiplica cada uno de nuestros euros).
Por ejemplo:
Apalancamiento financiero = 1 : 100.000/1000 = 1:100 = x100
Lo que significa que, por cada euro invertido, tenemos una exposición de cien euros al activo financiero.
⚠️ ¿Qué riesgo tiene el apalancamiento financiero?
Como ya hemos comentado, el riesgo del apalancamiento es que nuestras pérdidas serán tanto mayores cuanto más apalancamiento hayamos utilizado y cuanto más se mueva el precio en la dirección opuesta a la de nuestro pronóstico.
Pongamos un ejemplo: imagina que tienes 10.000€, y utilizas un apalancamiento de x100, de forma que pasas a invertir como si tuvieras 1 millón de euros.
Inviertes todo ese dinero a una acción que cotiza a 1€, esperando que suba de precio. Pasas a tener 1 millón de acciones valoradas en 1 millón de euros, aunque tu capital es de tan sólo 10.000€.
Si, efectivamente, sube de precio y pasa a valer 1,5€, podrás vender esas acciones y obtener 1,5 millones de euros.
Devuelves el dinero con el que te has apalancado (esto se hace de forma automática según se está operando en algunos brókers, en otros hay que hacer las devoluciones “de forma clásica”), y has obtenido casi 500.000€ con 10.000€.
Un retorno de casi el 5.000%.
Espectacular, ¿no?
Pero… ¿Y qué pasa si el movimiento del precio va en la otra dirección? ¿Qué sucede si la acción, en lugar de pasar a valer 1,5€, pasa a valer 0,5€?
En ese caso, tu inversión de 1 millón de euros habrá pasado a valer 500.000€. Y, muy probablemente, sufras un margin call, lo que significa que tendrás que cerrar tus posiciones.
En este caso, habrás perdido tus 10.000€ y, además, tendrás una deuda de casi medio millón.
Por suerte para ti, la mayoría de brókers (especialmente aquellos para los inversores y traders más novatos) tienen sistemas que evitan este tipo de problemas, por lo que el inversor nunca (o casi nunca, hay excepciones) llega al punto de tener esa deuda (al fin y al cabo, al bróker tampoco le interesa que sus clientes le deban dinero).
Sin embargo, la pérdida del capital original sí está garantizada.
Nota: Hemos simplificado las cuentas para que sean redondas y se entienda el concepto. No hemos entrado en tema de intereses ni semejantes, y hemos redondeado las cuentas para facilitar el entendimiento del ejemplo.
↕️ El efecto apalancamiento en las opciones financieras
Vamos a hablar, por último, de las opciones financieras y del apalancamiento que éstas tienen.
Y es que, en el caso de las opciones, el apalancamiento que se consigue no es exactamente el mismo que el que hemos venido comentando.
Antes de nada, puede ser recomendable explicar qué es una opción financiera, por si alguien lo desconoce:
Una opción financiera es un contrato en el que hay dos partes (generalmente, un inversor particular y un market maker).
Existen dos tipos de opciones: call y put. Y, en ambos casos, nosotros, como particulares, compraremos la opción al market maker (existe la oportunidad de hacerlo al revés, pero, en ese caso, no hay efecto de apalancamiento, así que no lo vamos a comentar).
Bien, una opción nos da derecho (pero no la obligación) de comprar o vender un paquete de acciones a un precio concreto. En el caso de las opciones call tendremos derecho a comprar el paquete de acciones y, en el caso de las opciones put, tendremos el derecho a venderlo.
Tomemos por caso las opciones call: si una acción está cotizando a 10€, podemos contratar una opción call a 12€. En este caso, si la acción llega a 15€, por ejemplo, nosotros tendremos el derecho a comprar ese paquete de acciones (generalmente, 100) a 12€ y venderlas en el mercado a 15€, embolsándonos la diferencia.
A cambio de ese derecho, pagaremos una prima, que, generalmente, es muchísimo más baja que la potencial ganancias que podemos obtener.
En el caso de las opciones put, la lógica es la misma, pero a la inversa.
Puesto que la prima es muy inferior a la potencial ganancia que podemos obtener si acertamos en nuestro pronóstico y ejecutamos las opciones, estamos obteniendo un apalancamiento sin tener que recurrir a la deuda.
Esto tiene varias ventajas, pero la más importante es que el riesgo que existe asociado al apalancamiento mediante deuda desaparece.
📌 Nuestra opinión sobre el uso de apalancamiento financiero
En general, nuestro consejo es no utilizar apalancamiento financiero basado en deuda. Si quieres utilizar el apalancamiento financiero que ofrecen las opciones, tal y como hemos comentado, adelante. El riesgo es mínimo.
En cambio, en el caso del apalancamiento con deuda, el riesgo es enorme, incluso cuando nuestro bróker tenga sistemas para evitar que nos quedemos endeudados con él (al fin y al cabo, aunque eso no suceda, lo que sí sucederá es que perderemos todo nuestro capital).
Por ello, salvo que seas un inversor con conocimientos avanzados, no te recomendamos utilizar este tipo de apalancamiento.
No obstante, hay una excepción, que ya comentamos algo más arriba. Es una excepción de la que no se habla frecuentemente, porque está fuera del ámbito financiero, pero que no deja de ser apalancamiento financiero, también: la financiación de proyectos propios y de la compra de activos reales.
➡️ Financiación de proyectos propios
El primer caso en el que puede ser recomendable acudir al apalancamiento financiero es en el caso de que queramos invertir en un proyecto propio.
En este caso, aunque no seas un experto en los mercados financieros, sí deberías apalancarte (siempre que tu plan empresarial sea viable, claro).
En este caso, no tienes por qué tener un conocimiento profundo de cómo funcionan los mercados financieros para saber si te interesa o no apalancarte.
Basta con que sepas cuánto vas a tener que pagar, cuánto vas a poder invertir y qué aumento del volumen del negocio te va a suponer esa inversión.
Y eso el único que lo sabe eres tú, porque es tu negocio.
Por ejemplo, si tienes una empresa de reparto y aumentar el número de furgonetas te va a permitir tener un mayor volumen de negocio, y prevés que dicho aumento vaya a suponer un aumento en los ingresos suficiente como para hacer frente al coste de los intereses, deberías hacer la inversión con apalancamiento.
➡️ Financiación de activos reales
Otro caso en el que puede ser recomendable acudir al apalancamiento financiero es en aquellos casos en los que tengamos que hacer frente a la compra de un activo real importante para nosotros y tan costoso que no podemos pagarlo con nuestros propios ahorros.
Generalmente, el activo real más comprado en España con apalancamiento financiero es la vivienda.
En este caso, el apalancamiento financiero está más que justificado, pero hay que tener cuidado. Tenemos que asegurarnos de que el pago de la deuda, que se producirá cada mes, sea de no más del 33% de nuestros ingresos.
Esta es una norma básica para asegurarnos de que podremos hacer frente al pago de la deuda. No obstante, recuerda que, cuanto menor sea ese porcentaje, más protegido estarás ante eventualidades (por ejemplo, quedarte sin trabajo).
Piensa en lo que pasó en la burbuja inmobiliaria y en cuántas personas perdieron no sólo su vivienda sino también parte o todos sus ahorros.
Tenemos que evitar que eso suceda, y la mejor forma de lograrlo es reduciendo al máximo el apalancamiento financiero y no pidiendo más dinero del necesario (y, por supuesto, no comprando activos con precios inflados –aunque esto puede ser más difícil de saber a priori).
Como puedes ver, el apalancamiento financiero es muy importante, porque permite multiplicar las ganancias de nuestras inversiones.
Eso sí, hay que ir con cuidado, porque también podemos sufrir la otra cara de la moneda: una multiplicación de las pérdidas.