El control de las finanzas es uno de los objetivos más importantes de cualquier empresa, gobierno y, por supuesto, de cualquier familia.
Las finanzas personales no son más que la gestión financiera que todo individuo tiene que hacer para presupuestar, ahorrar y gastar su dinero, que no es infinito, de la mejor forma posible.
Y es que la mayoría de nosotros no somos lo suficientemente ricos como para despreocuparnos por completo de nuestros gastos e ingresos, de modo que todos, en mayor o menor medida, debemos conocer cómo gestionar nuestra economía doméstica de forma eficiente.
Por esta razón, en este artículo te explicaremos por qué es importante entender las finanzas personales y cuáles son las claves para dominarlas.
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Por qué es importante entender las finanzas personales
Según datos del Banco de España, la tasa de ahorro en nuestro país es la más baja de la Unión Europea, y el pasado año alcanzó un mínimo histórico al hundirse hasta el 4,9%.
Dicho de otro modo, menos de cinco de cada diez euros que una familia tiene disponible se destina al ahorro.
Pero no acaban aquí las malas noticias.
Lo poco que se ahorra, se destina a instrumentos que no siempre son los más adecuados.
En un contexto de bajos tipos de interés (que incluso rozan los intereses negativos en algunos casos), el dinero en depósitos multiplica por tres el patrimonio de los fondos de inversión, según Inverco.
En otras palabras, los españoles pierden dinero a diario por culpa de una gestión financiera poco eficiente.
Esto solo una muestra representativa de lo importante que es saber qué son las finanzas personales y cómo gestionarlas para sacarle todo el partido posible.
Básicamente, el objetivo es ser conscientes de que cada decisión que tomamos al usar nuestro dinero, ya sea para un gasto o una inversión, es una decisión que puede beneficiar o perjudicar nuestra calidad de vida y, sobre todo, nuestro bienestar futuro.
Y es que la gestión de nuestro dinero va más allá de obtener ingresos con nuestro trabajo y destinarlos a pagar los gastos corrientes.
Exige administrar bien los recursos para no gastar más de la cuenta, invertir el dinero ahorrado en los productos adecuados y, por qué no, poder alcanzar la libertad financiera en algún momento de nuestra vida.
8 reglas para unas finanzas personales saludables
Aunque no existe un criterio fijo para gestionar las finanzas personales de una familia, sí que hay algunas reglas básicas que todos podemos poner en marcha ya y empezar a mejorar nuestra salud financiera.
1️⃣ La planificación financiera de tu familia
Todo comienza con un plan.
La planificación financiera engloba muchas cuestiones, como establecer finalidades, tanto de ingresos como de gastos, marcarse propósitos de ahorro y, sobre todo, saber cuál es la meta a largo plazo: pagar la universidad de nuestros hijos, comprar un coche, etc.
Cuando tengamos establecidos los objetivos que queremos cumplir, conviene también saber cómo vamos a llevarlos a cabo: ¿cómo y cuánto vamos a ahorrar? ¿cuál es el importe máximo de gastos que podemos asumir? ¿cuánto podemos invertir y qué rentabilidad esperamos lograr a largo plazo?
Estas son solo algunas de las preguntas que debemos hacernos.
El resto de pasos se resumen en seguir el plan en la medida de lo posible.
Habrá muchas ocasiones en las que, por el motivo que sea, no se podrá ahorrar o invertir de manera puntual. Pero si somos estrictos en su cumplimiento, podremos notar un cambio bastante significativo en nuestras finanzas personales.
2️⃣ Los presupuestos familiares son imprescindibles
Una vez hayamos establecido el plan, es importante coger lápiz y papel (o, más bien, sentarnos frente a un ordenador o utilizar una app en nuestro teléfono móvil) y plasmar en el papel (o en el dispositivo electrónico que corresponda) toda esta información de forma detallada a través de un presupuesto.
Un presupuesto familiar no es más que un documento donde se van detallando todos los ingresos y gastos previstos para un periodo concreto.
A partir de él, podrás conocer cuáles son todos tus gastos para poder identificar aquellos que no son necesarios y saber en qué se te va el dinero.
Su utilidad está fuera de toda duda.
Una plantilla donde tengas detallados tus ingresos y tus gastos te ayudará a saber cuál es tu capacidad actual de ahorro, a tener claro dónde gastas tu dinero y a conocer cuál es tu endeudamiento.
Todo ello a simple vista y en un único documento.
3️⃣ Establece puntos de control periódicos
Para saber si estás cumpliendo tus objetivos, es importante que, periódicamente, revises si tus gastos se corresponden con lo efectivamente presupuestado.
Un buen punto de partida es hacer este control de forma periódica, ya sea mensualmente, trimestralmente o anualmente. Cuanto menor sea el lapso de tiempo, mejor.
De hecho, el control debe servir también para establecer las desviaciones y ajustar el presupuesto con cada revisión.
En cualquier caso, conviene que parte de lo que no se ha gastado se destine al ahorro más que a acometer nuevos gastos.
Por ejemplo, si hemos presupuestado 100 € mensuales para una partida (pongamos gastos varios) y en el control detectamos que hemos gastado solo 50 €, conviene que esos 50 € restantes vayan destinados a la partida del ahorro, y no a acumular más dinero en esa misma partida.
4️⃣ Mantén siempre un fondo de emergencia
¿Qué pasaría si tuvieses una avería en tu coche? ¿Y si tuvieses que cambiar algún electrodoméstico?
Sí, son gastos que rara vez ocurren, pero quien más quien menos ha tenido la mala experiencia de tener que acometerlos en algún momento de su vida.
Por eso, si quieres mantener unas finanzas sólidas, debes tener siempre un fondo de emergencia, un colchón de tranquilidad que te permita vivir sin agobios y sin tener que recurrir a las deudas en caso de que tengas que hacer frente a algún imprevisto.
Pero, ¿de cuánto dinero deberíamos disponer?
Lo recomendable, según los expertos, es que el fondo de emergencia cubra entre tres y seis meses de gastos. Yo te diría que un año, para estar más tranquilo (sobre todo si tienes hijos).
Para lograrlo, deberías destinar, al menos, un 10% de tu renta mensual a esta importante partida familiar.
5️⃣ No vivas por encima de tus posibilidades
En la actualidad, cualquier producto en venta está al alcance de todos: esa televisión de última generación, el coche que tanto ansiamos, el viaje de nuestras vidas o el teléfono móvil con la mejor cámara del mercado.
En un contexto de endeudamiento masivo, todos los sueños son posibles, y es complicado renunciar a ellos, sobre todo si nuestro vecino ya los ha cumplido.
Sin embargo, las deudas, sean del importe que sean, son la mayor amenaza que pueden sufrir nuestras finanzas personales. Y, por desgracia, todavía hay personas que continúan gastando más de lo que ingresan.
Por eso, y aunque parezca de perogrullo, no está de más recordar el peligro que supone vivir por encima de nuestras posibilidades.
Y no decimos que haya que renunciar a todo, pero sí que todo lo que compremos se ajuste mínimamente a ese presupuesto familiar.
6️⃣ Ojo a los pequeños gastos
Las economías familiares no se desequilibran por grandes desembolsos. Al contrario, son los pequeños gastos los que pueden acabar erosionando nuestras finanzas personales.
En general, todos ellos se pueden identificar con aquellas cosas por las que no pagamos más de 5 €: el tabaco, tomar algo en un bar, un café diario, etc.
Poco a poco, estos pequeños gastos van sumando, hasta alcanzar cantidades bastante abultadas mes a mes, y casi sin darnos cuenta.
Y casi todos ellos pueden evitarse.
Prescindir del café diario en la cafeteria, no comprar a tu hijo chucherías cada vez que va al parque o dejar de fumar serían un buen punto de partida para mejorar nuestras finanzas personales.
De hecho, te proponemos un ejercicio muy sencillo para hacerte recapacitar: multiplica el número de días que has tomado café en tu trabajo por su precio, y súmale todo lo que has gastado en tabaco.
Si la cifra es superior a los 500 €, es momento de concienciarte y eliminar alguno de ellos.
7️⃣ No solo ahorres, invierte
Ahorrar supone un gasto. Sí, tal y como lo lees.
Ahorrando estamos perdiendo poder adquisitivo año tras año por culpa de la inflación. Y no hablamos de poco dinero; una subida de los precios del 2% anual acaba haciéndonos perder un 18% al cabo de 10 años.
Por eso, es importante no solo que ahorres, sino que lo inviertas. Y, por supuesto, que lo hagas en los productos que mejor encajen en tu perfil y mejor a largo plazo.
El interés compuesto se encargará del resto, y verás como tu patrimonio se incrementa de forma significativa a lo largo del tiempo.
Pero, ¿y por dónde puedo empezar yo, que no tengo ni idea de lo que significa invertir? En nuestra guía de inversión para dummies tienes un muy buen punto de arranque.
8️⃣ Fórmate e informáte
Ahorrar está bien, pero no siempre es suficiente.
Cuando hablamos de gestionar nuestras finanzas, es importante que conozcas algunos conceptos que quizá ahora mismo se te escapan.
Saber calcular una hipoteca, cómo afecta la inflación a tu dinero o qué significa la TAE son solo algunos de ellas.
De este modo, podrás tomar decisiones financieras de una forma más formada e informada.
Pero no solo eso; en la medida de lo posible, sería recomendable que estés al día de las noticias económicas.
Así, si sabes por qué el BCE sube o baja los tipos de interés en un momento determinado o cómo te va a afectar la próxima subida de impuestos, podrás incorporar esta información a tu presupuesto y ajustar los ingresos y gastos.
En definitiva, nosotros os dejamos con los consejos, que es lo más sencillo. Lo complicado es trazar el plan y cumplirlo a rajatabla.
Las finanzas personales son un largo camino que está lleno de obstáculos. Cuanto menos nos desviemos de la ruta inicial, más probabilidades tendremos de tener éxito en nuestra aventura.
Buen artículo, excelentes consejos.
¡Muchas gracias!