A la hora de ahorrar y gestionar nuestras finanzas personales, conviene tener un objetivo en mente.
De lo contrario, estaremos andando sin destino y, por tanto, sin mapa ni brújula. Por eso, en el artículo de hoy hablaremos sobre distintos objetivos financieros que te podrías plantear.
Iremos de objetivos menos ambiciosos a los más ambiciosos.
Como verás, en más de una ocasión, para conseguir uno más ambicioso deberás haber cumplido antes con uno o varios de los menos ambiciosos.
Sin más, vamos a ver cuáles son esos posibles objetivos financieros:
Contenidos
💳 Pagar deudas
Uno de los objetivos más frecuentes para ahorrar es el de pagar deudas.
Y, de hecho, tiene mucho sentido que este sea el primer objetivo de cualquier persona que se proponga mejorar sus finanzas.
¿Por qué?
Pues porque, si nunca te habías parado a pensar en temas de finanzas personales, lo más probable es que vivieras como se suele vivir: dejándote llevar.
¿Una hipoteca? Una hipoteca.
¿Un coche a crédito? Un coche a crédito.
Y así con todo.
De hecho, son muchas las personas que se plantean mejorar sus finanzas personales, precisamente, a raíz de verse hasta el cuello por deudas derivadas de ese estilo de vida del “dejarse llevar” sin pararse a prestar un mínimo de atención a la salud de las finanzas.
Es por ello que, cuando alguien se plantea las finanzas personales y se fija los primeros objetivos, el principal sea el de acabar de pagar las deudas que se tienen (o empezar a hacerlo, vaya).
Y lo cierto es que es la decisión más inteligente, porque, como consideraban los antiguos romanos, la deuda esclaviza.
Si tienes algo comprado a crédito, no lo tienes. Es prestado. Y, sí, eso incluye tu casa si tienes una hipoteca.
Es una realidad que conviene tener clara.
Por ello dedicar tanto ahorro como se pueda a reducir deuda es una gran idea.
¿Tiene esto sus excepciones?
Por supuesto. Imagina que, por todas tus deudas, tienes que pagar 1.000€ al mes. Y supón que podrías destinar 1.500€ en vez de 1.000€ a amortizar deuda.
¿Conviene hacerlo?
Pues depende.
Quizá los intereses que estás pagando son del 3%, mientras que la rentabilidad de la mayoría de fondos de inversión supera el 6%.
En este sentido, puede ser más inteligente dedicar los 1.000€ que te exigen a pagar deuda, y los otros 500 a invertirlos para capitalizar.
A largo plazo, esta opción es más inteligente.
Ahora bien, si los tipos de interés que pagas y los que puedes obtener son bastante semejantes, pues esta ventaja va desapareciendo poco a poco.
Eso por no hablar, por supuesto, del riesgo de quedarte sin trabajo o alguna eventualidad parecida.
En suma: amortizar deuda siempre es una buena idea, pero, si los intereses que te cobran son bajos, quizá dedicar el 100% de tu dinero a ello no sea la opción más inteligente.
🐶 Ahorrar frente a imprevistos
El siguiente objetivo para querer ahorrar más habitual es el de poder hacer frente a imprevistos.
Una vez ya tienes controladas las deudas (ya sea porque las has eliminado totalmente o porque son mínimas y fáciles de manejar), lo normal es querer tener un colchón de seguridad.
¿Por qué?
Pues porque se te puede averiar la lavadora en cualquier momento. Porque el puedes tener un pinchazo con el coche. Porque puede que tengas que pagarle una operación al perro.
Mil cosas.
De hecho, generalmente, esta es la métrica más importante que se usa en España para medir si una familia es pobre o no.
Si no puedes hacer frente a imprevistos, eres pobre. Si puedes hacer frente a imprevistos, no eres pobre. Simple.
¿Cuánto deberías tener ahorrado para imprevistos?
Pues depende. No es lo mismo vivir de alquiler y no tener coche que tener la vivienda en propiedad y tener un coche que usas a diario. En el primer caso, necesitarás un colchón menor. En el segundo, mayor.
En general, tener unos 3.000€ ahorrados en el banco es suficiente para poder manejar un evento inesperado. Eso reducirá esos 3.000€ y tendrás que volver a ahorrar hasta esa cantidad. Pero, al menos, sobrevivirás a lo que suceda.
A partir de ahí, puedes ahorrar con otros objetivos.
Obviamente, esos 3.000€ son una cifra según nuestro particular punto de vista. Algunas personas tendrán menos gastos y con 1.500€ tendrán bastante y otras querrán más seguridad y preferirán 20.000€.
La cuestión no es la cantidad, sino tener un pequeño colchón de seguridad.
🌟 Conseguir un sueño
Otro buen objetivo para tu ahorro puede ser, perfectamente, tratar de conseguir un cierto sueño.
Y es que, muchas veces, cuando pensamos en el ahorro, pensamos en cosas muy serias y responsables. Pero… No hay por qué se tan formal. El ahorro puede servir para muchas otras cosas.
Ese viaje que tanto deseabas hacer, un fin de semana romántico con todo pagado, el coche de tus sueños, que tu hija tenga una boda espectacular… Mil cosas.
No entramos a valorar si son buenas formas o no de gastar el dinero. Cada cual sabrá en qué quiere gastarse el dinero.
En lo que sí entramos es que ese tipo de cosas hay que pagarlas a tocateja. No puedes endeudarte para irte de viaje (sí, esto se hace –aunque se hacía más antes de la crisis de 2008).
Por tanto, ahorrar para poder cumplir un sueño es una buena idea. No es un mal objetivo.
No obstante, quizá podrías manejar dos cuentas de ahorro, una para el sueño y otra para el más largo plazo, para que ese ahorro rente más.
Y, por supuesto, siempre después de haber acabado con las deudas que tenías y haber creado tu pequeño colchón de seguridad.
A partir de ahí, ahorrar para cumplir algún sueño puede ser una idea tan buena como cualquier otra.
💼 Cambiar de trabajo
Este es uno de los objetivos de ahorro que más me gustan, porque la persona que ahorra con este objetivo está dejando bien claro que quiere ser dueño de su vida.
Y es que, no nos vamos a engañar, muchas personas están en trabajos que no les gustan lo más mínimo. Trabajos en los que no se sienten tan útiles como podrían, donde se aburren o donde tienen que aguantar a un jefe que es un miserable.
O, simplemente, hay gente que empezó estudiando una cierta cosa, empezó a trabajar de ello y, al cabo del tiempo, se dio cuenta de que eso no era lo que le gustaba. Y ahora se encuentra en una carrera de la rata de la que es difícil escapar.
¿Te suena?
Si es así, el ahorro puede ser la forma de escapar de esa situación.
¿Por qué?
Muy fácil: si tienes suficiente ahorro, te puedes permitir cambiar de trabajo a otro donde, al principio, te paguen un poco menos, porque puedes complementar con el ahorro que estás generando hasta que tu sueldo aumente.
Además de que, por supuesto, al tener un buen colchón de seguridad, puedes estar mucho más tranquilo, porque pase lo que pase no te vas a encontrar sin dinero para pagar facturas o el alquiler.
En definitiva, ahorrar para cambiar de trabajo es una idea fantástica.
🚀 Emprender
Ahorrar para emprender es el objetivo hermano del que hemos mencionado en el apartado anterior.
Quizá te sientas en la situación que hemos mencionado antes y quieras cambiar de aires montando un negocio propio.
O, quizá, no tengas problemas con tu trabajo actual, pero prefieras emprender porque tienes alguna idea que tienes ganas de poner en práctica.
Sin embargo, emprender no es fácil.
Necesitas dinero para poner en marcha el negocio y, además, necesitas dinero para mantenerte a flote durante los primeros meses, en los que, probablemente, el negocio no sea totalmente rentable.
Muchas personas fracasan en sus emprendimientos por no tener en cuenta esto último. Tienen una buena idea, la ponen en práctica, y, dos meses antes de que el negocio empiece a ser rentable, tienen que cerrar la persiana porque se han quedado sin dinero.
En otros casos, la situación es más dramática: no sólo se ven en esa situación, sino que, además, han pedido un préstamo en el banco para poder poner en marcha el negocio, así que, ahora, se ven sin dinero, sin negocio y con una deuda que es como una losa al cuello.
Esto es un problema serio, y tú puedes evitarlo si tienes el suficiente ahorro para mantenerte a flote.
Por ello, ahorrar para emprender nos parece uno de los mejores objetivos que puede tener una persona a día de hoy. Puede ser, literalmente, el ahorro que te permita cambiar tu vida (y la rentabilidad que puedes obtener de esos ahorros a través del emprendimiento puede ser enorme).
🌴 Tomar un año sabático
Otro buen objetivo que te puedes plantear a la hora de ahorrar es el de tomarte un año sabático.
A menudo, lo del año sabático se presenta como algo de vagos o personas inmaduras. Nada más lejos de la realidad.
Tomarte un año sabático puede ser una decisión muy inteligente, por varias razones:
- Puede que quieras poner orden en tu mente y decidir qué hacer con tu vida (emprender, cambiar de trabajo, cambiar de pareja, irte a vivir al campo…).
- Puede que quieras estudiar o mejorar en algo para mejorar tu empleabilidad o para conseguir un ascenso en tu trabajo.
- Puede que quieras dedicar tiempo a tu familia, porque te estás perdiendo los mejores años de tus hijos.
- Puede que quieras dedicar tiempo a tu pareja, porque sientes que no lo has hecho lo suficiente en los últimos años.
Hay mil razones, y muchas de ellas son muy buenas razones que nadie debería atreverse a juzgar.
Pero, evidentemente, un año sabático requiere de ahorro, porque no puedes vivir del aire y no puede financiar los costes en base a deuda.
Así que, para tener un año sabático, deberás considerar cuánto gastas al mes y multiplicarlo por 12, y, además, sumar una cierta cantidad adicional, porque, una vez termine el año sabático, tendrás que pasar unos meses volviendo a poner en orden todo (buscar trabajo, emprender, lo que sea).
En este sentido, es poco probable que puedas tomarte un año sabático sin haber ahorrado antes unos 30.000€ como mínimo.
Aunque, por supuesto, también puedes tomarte seis meses sabáticos en vez de un año.
🏡 Comprar una casa
Otra de las grandes razones para ahorrar es la de comprar una casa. O pagar la hipoteca que tienes, claro, pero de eso ya hemos hablado en el primer apartado.
La cuestión es que tener una casa es algo fundamental en el desarrollo vital de una persona.
Si no tienes una casa en propiedad, es poco probable que formes una familia. De hecho, la correlación entre matrimonio, hijos y vivienda en propiedad es enorme.
Y, a poco que te pares a pensarlo, es muy lógico.
Vivir de alquiler está bien para los jóvenes, pero, una vez empiezas a sentar la cabeza, quieres un lugar donde hacer tu vida sin depender de un tercero (y si la vivienda no es tuya, dependes de un tercero).
Por tanto, ahorrar para comprar una casa es una muy buena idea a la hora de configurar y edificar tu vida de forma sólida.
Además, es una inversión que te aporta mucha antifragilidad, porque sabes que, incluso en el peor de los casos, por muy mal que te vaya todo, si tienes una casa en propiedad, no te vas a quedar en la calle.
Así que somos muy partidarios de ahorrar para comprar una vivienda.
🎓 Pagar una buena educación a tus hijos
Otra razón frecuente para ahorrar es la de pagar una buena educación a tus hijos. Y es que, al final, la mayoría del ahorro y de nuestros logros económicos y financieros los hacemos por la familia. Esto es así.
Seguro que te estás preguntando: “¿Pero la educación no es gratuita en España?”. Y la respuesta es que sí. Pero, como pasa con todo lo que es gratis, la calidad tiende a ser más bien mala.
Si quieres que tus hijos tengan una buena educación desde el primer momento, tendrás que llevarlos a un colegio privado, y eso tiene un coste.
Y no hablemos ya de los costes que puede tener una universidad y ciertos másters, los cuales pueden dispararse enormemente.
Y a todo eso hay que sumar las actividades extraescolares, instrumentos musicales, libros y todo lo que queramos comprar para estimular la educación del pequeño.
Evidentemente, si quieres tener un hijo con una educación excelente, tienes que gastarte dinero.
Por eso, muchas personas empiezan a ahorrar para esta educación desde tan pronto como se enteran de que están embarazados. O, en ocasiones, incluso antes.
Si piensas tener hijos, ahorrar para pagarles una buena educación es una de las mejores decisiones que puedes tomar. Tanto para ti como para él.
👴 Complementar la pensión de jubilación
A día de hoy, probablemente esta sea la razón más frecuente para ahorrar entre los que tienen un cierto conocimiento en materia de finanzas personales.
Y es que, por si no lo sabías, las pensiones van a quebrar.
Da igual lo que hayas oído en la tele o lo que hayas pensado toda la vida. La realidad es tozuda, y la realidad dice que no hay suficiente dinero para pagar las pensiones de la generación del Baby Boom.
Y, una vez colapse el sistema con esa cohorte de la población, las que vengan después ya habrán visto su pensión muy reducida.
Léeme bien: esto va a pasar.
No es una suposición o una idea que se me haya pasado por la cabeza. Es una realidad. Y, por eso, el gobierno de España ya ha remitido a Bruselas multitud de dosieres informando de cómo van a recortar las pensiones para hacerlas sostenibles.
Es un tema del que conviene no hablar en política, pero que está ahí.
Por tanto, sabiendo que nos vamos a encontrar con pensiones muy pequeñas en el futuro, la mayor parte de los que tienen algunas ideas de finanzas personales, están ahorrando e invirtiendo con el objetivo de complementar la pensión.
Así, si cobrabas 2.000€ y te jubilas y acabas cobrando 1.200€, si tienes un complemento de unos 600€ al mes gracias a tu ahorro y tu inversión, tienes una situación bastante cómoda. Pierdes 200€, pero es algo manejable.
Pasar de cobrar una cantidad a cobrar casi la mitad es bastante menos manejable.
El problema de ahorrar para complementar la pensión es que es algo a muy largo plazo. Si tienes 20 años, es difícil pensar en el ahorro que tienes que hacer para cuando tengas 65 años. Sin embargo, hay que hacerlo.
Por eso, consideramos que el ahorro para complementar la pensión es una de las mejores opciones.
🗽 Lograr la independencia financiera
Otro de los grandes objetivos de los amantes de las finanzas personales: alcanzar la ansiada independencia financiera. Es decir, no tener que trabajar, si no deseas hacerlo.
Este es el tercer mayor objetivo que se puede tener en materia de finanzas (los otros dos los mencionamos en los siguientes apartados).
Evidentemente, es un objetivo bastante ambicioso, y que no está al alcance de cualquiera. Hay que estar dispuesto a sacrificar mucho para llegar a ese punto.
Tienes que ahorrar bastante dinero desde bastante joven y de forma constante. Si lo haces, gracias a tu propio ahorro y al efecto de interés compuesto de tus inversiones, podrás llegar a tener un patrimonio tan grande que no tengas que volver a trabajar.
Piensa que, de media, las inversiones en Bolsa e inmobiliario rentan un 5% al año, aproximadamente.
Así que si vives con 36.000€ al año (3.000€ al mes), necesitarás 720.000€ de ahorro para poder ser libre financieramente.
Una vez tengas ese capital ahorrado (algo que se puede conseguir, por vías tradicionales, a los 40-50 años si empiezas con 20 años), podrás retirarte, porque los intereses de tus inversiones te supondrán suficiente renta como para mantenerte en el tiempo.
Obviamente, hay más cálculos que hacer en este punto. No hemos tenido en cuenta impuestos, ni momentos del mercado en el que la rentabilidad caiga, etc.
Lo único que queremos mostrarte es que es posible ahorrar con el objetivo de ser independiente financieramente hablando. Y, de hecho, es un muy buen objetivo de ahorro.
💰 Arreglar la vida a tus hijos (o tus nietos)
El segundo objetivo más ambicioso que se puede tener cuando ahorramos es el de arreglar la vida no ya de nosotros mismos, sino de nuestros descendientes.
De hecho, hay ciertos autores que dividen la sociedad en clases sociales en función de a qué tan largo plazo miren, y la clase social más alta que ellos describen es aquella en la que las personas no miran por su gratificación (ni instantánea ni pospuesta) sino por la de las generaciones venideras.
En este sentido, ahorrar para que tus hijos tengan una buena calidad de vida y que, incluso, puedan legar después tu riqueza a sus propios hijos, haciendo que tu familia se vuelva más rica generación tras generación, es una gran idea.
Hay que decir que, si has conseguido el punto anterior (el de ser libre financieramente), probablemente tengas un gran patrimonio que legar a tus hijos. Sin embargo, dependiendo de la cantidad de hijos que tengas, este patrimonio puede ser suficiente o no.
Por ejemplo, piensa en esos 720.000€ que mencionábamos antes. A poco que tengas dos hijos, pasan a ser 360.000€ para cada uno. Que está muy bien, pero ya se ha reducido a la mitad el patrimonio. Si tienen que comprar una casa y hacer frente a un par de gastos, en cuanto se quieran dar cuenta ya no tienen patrimonio líquido acumulado.
Por tanto, si quieres garantizar que tu familia tenga un buen patrimonio a lo largo de varias generaciones, es importante que ahorres y capitalices más.
Y, además, que eduques a tus hijos para que, cuando ellos tengan ese patrimonio en propiedad, lo usen sabiamente para hacerlo crecer y no decrecer.
Con ello, puedes garantizar la mayor calidad de vida para tus descendientes.
🌍 Hacer obras por la humanidad
Por último, el objetivo más ambicioso en términos de finanzas personales es el de hacer un bien a la humanidad.
Hay ciertas teorías que hablan sobre cómo, a medida que vamos consiguiendo objetivos más personalistas (tu propia seguridad, la de tus hijos, etc.), nos vamos preocupando más por los demás y por obtener reconocimiento social.
La Pirámide de Maslow, por ejemplo, habla de ello.
Es por ello que, una vez te aseguras de que vas a tener una vida cómoda y de que tus hijos también la tendrán, es muy probable que quieras utilizar tu dinero para ayudar, también, a gente que no conoces.
La mayoría de millonarios son grandes filántropos por este motivo.
No obstante, hay que mencionar que es poco probable que consigas tanto dinero a base de ahorrar. Si quieres llegar a tener el dinero para llegar a este punto, tienes que ser capaz de emprender y montar negocios exitosos.
No hay otra forma.
Como puedes ver, existen muchos motivos por los que una persona puede querer ahorrar y gestionar mejor sus finanzas.
Los objetivos financieros que te hemos mencionado son sólo algunos ejemplos, pero, por supuesto, podrías tener otros.
Lo más importante es que tengas claro por qué estás ahorrando e invirtiendo. ¿Lo tienes claro?